La reciente votación en el Parlamento Europeo sobre el Mecanismo de Ajuste en Frontera de Carbono (CBAM) ha generado un clima de incertidumbre y tensión, particularmente en lo que respecta a la exención del aluminio. Con la implementación del CBAM programada para enero de 2026, se anticipa un aumento considerable en los costes de producción de aluminio en Europa, que podría oscilar entre un 24% y un 31%. Este incremento pone en entredicho la competitividad de la industria, pudiendo provocar un incremento en las importaciones desde países ajenos a la Unión Europea.
En este contexto, la Asociación Española del Aluminio y Tratamientos de Superficie (AEA), que aglutina a más de 650 empresas del sector, ha expresado su preocupación por el impacto que podría acarrear el CBAM en la industria nacional. Desde la AEA, se advierte que la aplicación de este impuesto podría desencadenar un proceso de desindustrialización en la producción local, afectando no solo a las fundiciones de aluminio, sino también a toda la cadena de suministro, con el riesgo de una significativa pérdida de empleos.
Ante esta situación, la AEA ha solicitado a los legisladores una apertura a un diálogo urgente sobre este asunto. La necesidad de revisar la implementación del CBAM es fundamental, especialmente tras la reciente votación que mostró un considerable respaldo a la exención del aluminio, con 187 votos a favor.
La importancia estratégica del aluminio para la Unión Europea queda reflejada en los esfuerzos de la AEA por defender los intereses del sector. La asociación busca influir en el debate sobre los efectos reales del CBAM y aboga por una evaluación más profunda y un intercambio abierto antes de la revisión programada para octubre. Su compromiso con la calidad y sostenibilidad de la industria se manifiesta también a través de la gestión de sellos de calidad para los tratamientos de superficie del aluminio, subrayando la urgencia de proteger el futuro de esta industria vital para Europa.