El candidato del Partido Popular a la Presidencia de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, celebró el día de San Isidro de una forma muy tradicional. Participó en varias romerías en los municipios de Toledo y Ciudad Real y cumplió con todas las tradiciones, desde comer la clásica caldereta hasta asistir a un curioso concurso de tractores marcha atrás.
Núñez comenzó su día en Villarrubia de los Ojos, donde se unió a la procesión de Santa María de la Cabeza y San Isidro, llevando incluso sobre sus hombros la imagen del patrón por las calles de la localidad. En la procesión se realizó una oración para pedir la ayuda del santo en la sequía que sufre la región.
Posteriormente, el candidato del Partido Popular se trasladó a Alcázar de San Juan para asistir a otra romería y posteriormente a Miguel Esteban, donde fue recibido por sus compañeros del PP local y el diputado nacional de su partido, Vicente Tirado. En este lugar, visitó la carpa del Partido Popular y se retrató con los simpatizantes, atendió a la prensa y probó la deliciosa caldereta cocinada por sus compañeros.
El candidato continuó su jornada en Villacañas donde participó en un concurso de marcha atrás de tractores, y finalmente visitó La Puebla de Almoradiel para saludar a los vecinos y simpatizantes y cumplir con la visita a San Isidro.
En general, Núñez demostró una vez más su gran habilidad para conectar con la gente y disfrutar de las tradiciones de la región. Según la prensa, esta habilidad podría ser una gran ventaja en su campaña electoral. Además, también se subió al autobús en el que viajan los profesionales de los medios de comunicación para conocer sus experiencias y expresar sus buenas sensaciones en el inicio de la campaña. Defendió la Paconeta, el autobús que cubrió su campaña electoral en 2019, que ahora lleva imágenes de los presidentes del partido, junto con la suya propia.
En resumen, Parece que Paco Núñez está dispuesto a conectar con sus votantes a través de las tradiciones de la región y las experiencias que éstas ofrecen. Sin duda, la romería de San Isidro ha sido una demostración de las habilidades de conexión que el político posee.