En un movimiento que tensiona aún más la situación política en Cataluña, las autoridades han puesto en marcha un intenso operativo de seguridad en Barcelona con el objetivo de detener a Carles Puigdemont, el ex presidente de la Generalitat, antes de que haga acto de presencia en el Parlament de Cataluña. Puigdemont, quien ha sido una figura central en el movimiento independentista catalán, anunció sus planes de regresar a España para participar en la sesión de investidura en el Parlament, desafiando así las órdenes de detención que pesan en su contra.
Los Mossos d’Esquadra, la policía autonómica catalana, han rechazado una propuesta de detención pactada y discreta que había sido presentada a Puigdemont a través de su abogado, optando en su lugar por preparar un operativo visible y extenso alrededor del Parlament. Esta decisión parece tener como fin impedir la entrada de Puigdemont a la cámara, donde podría opacar la investidura de Salvador Illa como nuevo presidente de la Generalitat.
Como parte de las medidas de seguridad implementadas, se procederá al cierre de todas las entradas al parque de la Ciutadella, salvo una, para controlar estrictamente el acceso al Parlament. Esta área se convertirá en el centro de la actividad policial, no solo para evitar el ingreso de Puigdemont, sino también para manejar las manifestaciones a favor del líder independentista convocadas por diversas entidades soberanistas.
La tensión se incrementa con la confirmación de que la Fiscalía de París fue informada sobre la oferta de detención pactada a Puigdemont, la cual ha sido ignorada por el político. Este rechazo empuja a los Mossos a tener que arrestar a Puigdemont inmediatamente entre al territorio español, lo cual ha justificado el despliegue policial tanto en los puntos fronterizos como en el corazón de Barcelona.
Este jueves, la atención estará centrada en el parque de la Ciutadella y sus alrededores, donde se espera la concentración de miles de manifestantes que apoyan a Puigdemont, así como de seguidores de Vox, en caso de que el ex presidente no sea detenido. La situación subraya la división y el ambiente de tensión política en Cataluña y España, desencadenados por los esfuerzos independentistas de los últimos años. La investidura en el Parlament, y la posible aparición de Puigdemont, marcarán un nuevo capítulo en este prolongado conflicto político.