A partir de enero de 2025, los trabajadores en España enfrentarán cambios significativos en sus nóminas que podrían disminuir sus salarios netos. Estos ajustes son consecuencia del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), introducido en 2023, que tiene como objetivo garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones públicas, especialmente ante la inminente jubilación de la generación del «baby boom».
El MEI se presenta como una cotización adicional que será del 0,8% de la base de cotización en 2025. De esta cifra, las empresas asumirán el 0,67%, un incremento en comparación con el 0,58% que aportaron en 2024, mientras que los trabajadores contribuirán con un 0,13%, lo que representa un pequeño aumento respecto al año anterior. Para ilustrar este impacto, un empleado con una base de cotización de 2,500 euros pasará de pagar 3 euros en 2024 a 3,25 euros en 2025.
Esta cotización se incorporará a las aportaciones a la Seguridad Social y no se reflejará de manera desglosada en las nóminas, lo que puede dificultar la percepción del impacto real en los ingresos de los trabajadores. Además, el MEI iremos escalando hasta alcanzar el 1,2% de la base de cotización en 2029, dividiéndose en un 1% para las empresas y un 0,2% para los trabajadores.
El panorama se complica aún más con la introducción de la cuota de solidaridad que afectará a aquellos con ingresos superiores a la base máxima de cotización. Esta cuota variará entre el 0,92% y el 1,17%, y, al igual que el MEI, no ofrecerá beneficios adicionales en futuras pensiones.
A todo esto se suma la implementación de una jornada laboral de 37,5 horas semanales a finales de 2025, lo que refleja un esfuerzo por parte del gobierno para asegurar el sistema de pensiones a largo plazo. Sin embargo, este enfoque parece tener un costo claro: los trabajadores verán reducido su ingreso neto, lo que hace vital que revísen sus nóminas y se informen sobre las repercusiones de estas medidas y su evolución en los años venideros. La combinación de estas estrategias pone de relieve un desafío significativo para los empleados, quienes deben adaptarse a un escenario económico en constante cambio.
