En una notable evolución dentro del sector energético, los precios de la electricidad en el mercado mayorista han revelado una tendencia a la baja de manera continua, marcando un hecho sin parangón en los registros históricos de la industria. Según datos proveídos por el Operador del Mercado Ibérico de Energía (OMIE), este lunes 17 de junio, el coste promedio de la electricidad cayó a una cifra inusualmente reducida de 10,67 euros por megavatio hora (MWh).
A lo largo del día se espera que se registre el precio más alto entre las 21:00 y las 22:00 horas, alcanzando los 19,13 euros/MWh. Por otro lado, el valor más bajo se anticipa que suceda entre las 14:00 y las 15:00 horas, descendiendo hasta los 6,30 euros/MWh. Este comportamiento de precios indica una gestión más fina y un equilibrio más sostenido entre oferta y demanda de energía eléctrica en el ámbito mayorista.
Es importante resaltar que los precios del mercado mayorista no determinan directamente el coste final para los consumidores regulados, pese a su variabilidad. Recientemente se ha instaurado una nueva fórmula para el cálculo del Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC), pensada para suavizar variaciones a corto plazo y promover el ahorro y un consumo energético más racional.
En este contexto se está ejecutando una revisión de la estructura tarifaria con el fin de reducir paulatinamente la dependencia de los precios instantáneos del «pool», favoreciendo progresivamente la integración de precios a futuro en el cálculo del PVPC. Para el año 2024, se proyecta que los contratos a futuro contribuyan un 25% al cálculo, proporción que se espera aumente al 40% para 2025 y llegue al 55% en 2026.
Estos cambios subrayan la eficacia de las políticas dirigidas a promover la sostenibilidad y eficiencia en el sistema energético nacional. Aunque la caída en los precios mayoristas de la electricidad es una buena noticia, los consumidores deben ser conscientes de que ciertos costes fijos en las facturas de electricidad no varían con fluctuaciones en el mercado mayorista.
Este panorama adelanta un horizonte auspicioso para el sector energético, perfilado por estrategias enfocadas en la eficiencia, la sostenibilidad y la estabilidad de precios, aunque todavía enfrenta desafíos relacionados con los costes fijos y la transición hacia una dependencia creciente de energías renovables y sostenibles.
