En una emotiva entrevista con Jordi Évole, Lolita Flores abre su corazón y comparte aspectos dolorosos y conmovedores de su vida, ofreciendo un testimonio personal y sincero que ha cautivado tanto a la audiencia como al periodista. La artista, conocida por su franqueza al hablar de su vida personal, sumerge a los espectadores en un relato lleno de dolor y resiliencia, destacando los desafíos que ha enfrentado a lo largo de los años.
La conversación toca profundamente desde el comienzo, cuando Flores expresa su admiración y amor por su padre, ‘El pescaílla’. Sin embargo, es la manera en la que la artista habla sobre cómo ha enfrentado las pérdidas de miembros de su familia lo que realmente deja una marca en quienes la escuchan. La muerte de su hermano en particular, es un episodio que Lolita narra con una honestidad desgarradora, revelando cómo solía visitar su tumba casi todos los días para encontrar consuelo en conversaciones imaginarias con él, lamentando todo lo que quedó por decir.
La historia de Flores se torna más sombría al tocar un punto en su vida marcado por el autodestruido, un período de «locura absoluta» de aproximadamente año y medio. Confiesa abiertamente sobre el abuso de alcohol y cocaína, ilustrando la profundidad de su sufrimiento mientras intentaba lidiar con la muerte de seres queridos.
A pesar de los éxitos profesionales que continuó teniendo, incluso emocionándose hasta las lágrimas durante una exposición en ‘Informe Semanal’, Flores admite que después de la pérdida de su hermano, se encontraba incapaz de participar en entrevistas o eventos fuera del trabajo, consumida por su dolor e ira, lo cual eventualmente se manifestó en actos de violencia contra objetos a su alrededor.
El cambio, sin embargo, comenzó a vislumbrarse gracias al amor por su hija. La preocupación de su hija por su bienestar fue el catalizador para que Flores tomara la decisión de encarar su dolor y empezar el proceso de sanación. A través de su dolorosa revelación, Lolita aborda la complejidad del amor fraternal, la pérdida y la importancia de amarse a uno mismo, mostrando cómo la muerte de su hermano Antonio sigue siendo una herida abierta.
La entrevista a Lolita Flores se convierte así en un recuento emotivo sobre la fortaleza humana frente al sufrimiento, subrayando el papel vital del apoyo familiar en los momentos más difíciles. Esta charla no solo ilumina los retos que Flores ha tenido que superar, sino que también ofrece una historia de superación personal que sin duda resonará y ofrecerá consuelo a quienes se enfrentan a la pérdida y al duelo.
Con su valentía al compartir estos momentos íntimos de su vida, Lolita Flores proporciona una reflexión sobre la importancia de confrontar el dolor y la resiliencia necesaria para seguir adelante, convirtiendo su testimonio en una fuente de inspiración y esperanza para muchos.