El artículo informa sobre la postura del presidente electo de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, frente al Partido Popular y su líder, Paco Núñez. García-Page acusa al partido de llevar a cabo una «campaña basura» durante las elecciones regionales y le recrimina por retratarlo como un amigo cercano de Otegi, un cómplice de violadores, una persona corrupta y un maltratador.
El presidente electo expresa su satisfacción por subir a la tribuna de oradores «contento y aliviado». Aunque reconoce que los discursos de investidura a menudo son como los deseos de Navidad, promete no pedir permiso para hablar con los alcaldes populares de la región y afirma que a partir del 23 de julio manejará su propio futuro, mientras que el líder del PP no puede afirmar lo mismo.
García-Page defiende su programa electoral como un enfoque ambicioso a pesar de llevar ocho años en el gobierno. Agradece el apoyo del pleno de la Cámara y destaca que la gestión del Gobierno ha sido ratificada y avalada en los últimos cuatro años, al igual que en los primeros cuatro.
En resumen, el artículo informa sobre la confrontación entre el presidente electo de Castilla-La Mancha y el líder del Partido Popular de la región, destacando las acusaciones de una «campaña basura» por parte del PP y la postura firme de García-Page.