La conservación y rehabilitación de fachadas en edificios históricos y contemporáneos es una necesidad destacada por los expertos del sector. Este componente esencial no solo debe mantenerse en condiciones seguras y salubres, sino que también debe cumplir con un propósito estético. Para asegurar el éxito de estos trabajos, es imprescindible contar con especialistas y equipos cualificados.
Los proyectos de rehabilitación, conservación o restauración de fachadas requieren la intervención de empresas y profesionales capacitados para realizar diagnósticos precisos y ejecutar los trabajos con el conocimiento adecuado. Los daños en las fachadas pueden ser provocados por factores mecánicos, condiciones meteorológicas adversas, agentes biológicos o la contaminación. Por ello, un diagnóstico inicial que evalúe el estado patológico de la fachada es fundamental. Este procedimiento comienza normalmente con una revisión ocular, complementada por diversos ensayos y la instalación de medios auxiliares que permiten una inspección detallada de los paramentos y elementos arquitectónicos.
Es fundamental que todos los procedimientos se adapten a los materiales y al estado de conservación de las superficies y estructuras involucradas. Desde trabajos de limpieza hasta los de acabado, se recomienda realizar muestras y, si es necesario, ensayos específicos para determinar el grado de intervención necesario, la compatibilidad con el soporte y la idoneidad de la solución propuesta. Además, si el edificio cuenta con algún nivel de protección, existen regulaciones específicas que buscan preservar los materiales, la imagen y los elementos protegidos de las fachadas.
El objetivo de las intervenciones de rehabilitación no solo es mantener la fachada en buen estado, sino también actualizar y mejorar su funcionamiento según los estándares actuales. Este enfoque incluye mejoras en la eficiencia energética, una prioridad impulsada por las políticas de la Unión Europea y los gobiernos estatales y locales para reducir la dependencia energética en la climatización de los hogares.
Empresas especializadas como KALAM han demostrado una notable experiencia en la gestión exitosa de estos proyectos. Cuando se trata de fachadas históricas, la cualificación del personal—técnicos, restauradores y especialistas en técnicas y oficios artesanales—es fundamental. KALAM ha llevado a cabo restauraciones emblemáticas en el ámbito del patrimonio, como la fachada de La Giralda de Sevilla, premiada con el Hispania Nostra 2024, y la fachada plateresca del Colegio Mayor de San Ildefonso de Alcalá de Henares, galardonada con el Europa Nostra 2018.
Sus intervenciones también incluyen edificios históricos protegidos como la sede central del Banco de España, el Círculo de Bellas Artes y el icónico Metrópolis en Madrid. La empresa ha trabajado igualmente en edificios residenciales, hoteleros, institucionales y educativos que requieren conservación o soluciones a sus patologías. En cuanto al patrimonio más reciente, KALAM ha restaurado las fábricas de ladrillo de la antigua central del Mediodía, ahora CaixaForum Madrid, y la nave de Ombú, reconvertida en oficinas. Sus proyectos abarcan también fachadas contemporáneas, como la antigua sede de IBM de Miguel Fisac en Madrid y la sede central de Catalana Occidente en Sant Cugat del Vallés.
KALAM lleva su experiencia más allá de las fronteras españolas, con proyectos destacados en países como Francia, Estados Unidos y Chile. En Portugal, ha gestionado rehabilitaciones en edificios de oficinas como la sede de ACP en Lisboa y en residenciales en el centro de la ciudad, como parte de intervenciones de rehabilitación integral.
La experiencia y los medios especializados son esenciales para el éxito de estas intervenciones, asegurando la preservación de la imagen de los inmuebles, así como la funcionalidad y confort de sus interiores.
