Barcelona vive un día convulso tras conocerse la implicación del presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, en una investigación por presunta estafa que ascendería a 4,7 millones de euros. La denuncia ha sido presentada por una familia que ganó 34 millones en la lotería primitiva y decidió invertir una parte de su fortuna en una empresa vinculada a Laporta, atraídos por la promesa de un retorno del 6 % anual.
El caso está bajo la jurisdicción del juzgado de instrucción número 6 de Barcelona, donde el magistrado ha citado a Laporta para que declare como investigado, junto a otros dos individuos relacionados con la gestión de las inversiones a través de CSSB Limited. Esta acción judicial marca el inicio de un proceso que podría tener amplias repercusiones tanto en el ámbito deportivo como en el financiero.
La familia denunciante, compuesta por un matrimonio y su hija, relata cómo en 2014 se dejaron seducir por una oferta de inversión altamente prometedora. Sin conocimientos financieros sólidos, fueron persuadidos por un vendedor de coches de lujo que los presentó a Laporta. Sin embargo, la ilusión de un retorno frutal se transformó en desilusión: tras invertir 2,4 millones de euros durante dos años, el prometido retorno nunca llegó.
El desasosiego se profundiza al saber que los denunciantes depositaron su confianza en una figura pública como Laporta, quien no solo les brindó asesoría, sino que también los acogió en el lujoso palco del Camp Nou. Aquellos gestos amistosos parecen haber perdido su brillo, dejando en su lugar una sensación de traición cuando las reclamaciones por el dinero adeudado quedaron sin respuesta.
Documentación presentada por la familia implica que entre agosto de 2016 y agosto de 2018 se generaron las cantidades reclamadas a través de CSSB, una empresa con sede en Hong Kong. Lo que complica aún más la situación es que no es un caso aislado; existen al menos otras tres querellas en proceso por estafas similares que también apuntan a la misma empresa.
La situación coloca a Laporta en una posición comprometida, tanto ante la justicia como ante la afición del FC Barcelona, que sigue con atención el desenlace de este escándalo. Con el mundo del deporte y la opinión pública alerta, su declaración del próximo lunes se perfila como un hito crucial en un caso que entrelaza el deporte, las finanzas y las cuestiones legales de una manera inesperada.