El Celta de Vigo está en un proceso significativo de renovación que busca fortalecer las bases de su proyecto deportivo. La continuidad del entrenador Claudio Giráldez se ha convertido en una prioridad para la directiva, liderada por la presidenta Marian Mouriño, quien está trabajando para cerrar un acuerdo que extienda su contrato más allá de 2026. Giráldez ha mostrado su interés en mantener su compromiso con el club, lo que refleja su confianza en el rumbo que está tomando el Celta.
Una vez asegurada la permanencia de Giráldez, la atención se centrará en el futuro del director deportivo, Marco Garcés. Aunque existe la opción de que se desvincule a finales de este año, la intención es que continúe su labor hasta 2026. Bajo su dirección, el Celta ha adoptado una política de fichajes centrada en la sostenibilidad financiera y el desarrollo de talento joven, aspecto fundamental para el crecimiento del equipo desde finales de 2023.
Bajo la guía de Garcés, el Celta ha realizado movimientos estratégicos en el mercado, incorporando a jugadores como Borja Iglesias y Marcos Alonso. Estas contrataciones no solo buscan incrementar la competitividad del equipo en LaLiga, sino también asegurar el equilibrio económico del club. Además, las ventas de futbolistas han permitido generar ingresos que fortalecen la plantilla sin comprometer la estabilidad financiera necesaria para un rendimiento sostenible a largo plazo.
Con estos pasos, el Celta de Vigo se proyecta hacia un futuro en el que la continuidad y la planificación se convierten en pilares esenciales para alcanzar sus objetivos deportivos.