En una fría mañana en Ciudad Real, el BM Alarcos se preparaba para enfrentar al Helvetia Montequinto, que llegaba con un rendimiento poco alentador en sus últimos encuentros. La afición local, aunque escasa, mantenía la esperanza de ver a su equipo conseguir una victoria que revitalizara su posición en la clasificación. La Peña la Batalla, un grupo de unos quince seguidores incondicionales, se encargó de animar al equipo con entusiasmo tanto antes como durante el partido.
El encuentro empezó de manera muy reñida, con ambos conjuntos intercambiando goles en los primeros minutos. Pineda se destacó en la anotación para el Alarcos, mientras que la defensa de ambos equipos se mostraba firme, apoyada por las destacadas intervenciones de los porteros González y Bisbal. A medida que avanzaba el primer tiempo, jugadores como Julio Fis y Barrios comenzaron a dejar huella, creando jugadas y aportando al marcador. La primera mitad concluyó con un empate de 11-11, dejando a todos los presentes a la expectativa de lo que vendría en la segunda parte.
El segundo tiempo comenzó con un González aún más en forma, realizando múltiples paradas que resultaron fundamentales para mantener a su equipo en el juego. No obstante, el Alarcos enfrentó dificultades al verse reducido a solo cinco jugadores en el campo en varias ocasiones, lo que complicó aún más la situación. Ambos equipos se enfrascaron en un intercambio de goles, llevando el encuentro a un emocionante empate a 25. Aunque el Alarcos logró un punto valioso que mejoró su situación en la tabla, el partido dejó al descubierto la necesidad de fortalecer su ataque, para no depender exclusivamente del talento de su guardameta.
En resumen, el BM Alarcos demostró coraje y determinación ante un rival complicado, pero el camino por delante requiere ajustes para asegurar un rendimiento constante en futuros encuentros.
