En una decisión inesperada que ha causado revuelo tanto entre el público como en la producción, Vanessa Bouza ha retirado su candidatura a la repesca de «GH Dúo 3» justo antes del evento esperado, dejando a todos sorprendidos y desilusionados. La cantante de orquesta, previamente favorita para volver al reality, ha visto nuevamente su nombre en el centro de una controversia, repitiendo una dinámica de rechazo que ya experimentó en su expulsión anterior del show con un alto porcentaje de votos en contra.
La razón detrás de este cambio de rumbo de última hora se atribuye a un repentino arranque de celos hacia Daniela, lo que llevó a Bouza a reconsiderar su participación. Esta emociones le impidieron subirse al vehículo que la llevaría de vuelta al reality, desencadenando así una ola de decepción entre sus seguidores, quienes habían votado por ella como una de las tres concursantes preferidas para ser repescada. La situación ha forzado a los organizadores a reajustar la planificación de la gala a toda prisa.
Bouza, al explicar su decisión, mencionó que las emociones no resueltas desde su participación en «GH 19» y su deseo de no exponer públicamente su dilema de celos y la tensión con su marido Javier y su amiga Daniela fueron claves en su retiro. Señaló que prefería manejar la situación de manera privada, evidenciando su malestar y desilusión por el poco apoyo de Daniela en este aspecto.
La noticia ha causado un gran alboroto en las redes sociales, con el anuncio de Gran Hermano sobre la renuncia de Vanessa generando un torrente de debates y opiniones sobre su figura y decisión.
Con la retirada de Bouza, la competencia por la repesca se reduce a Álex Ghita y Manuel Cortés, eliminando la posibilidad de que Vanessa regrese al juego. Este incidente no solo demuestra la volatilidad emocional asociada al mundo del espectáculo y los reality shows, sino que también enfatiza las complejidades y el impacto de la presión mediática en los concursantes de estos programas, sus relaciones y su bienestar emocional.