En un nostálgico encuentro televisivo, el pasado domingo 11 de agosto, el espacio vespertino de Telecinco, Fiesta, se vistió de recuerdos al evocar uno de los más emblemáticos fenómenos televisivos de 2005, el estreno de Aquí hay tomate. La inolvidable Carmen Alcayde, quien fuera rostro emblemático del programa junto a Jorge Javier Vázquez, engalanó el plató como invitada especial, compartiendo vivencias y perspectivas sobre el indiscutible impacto que Aquí hay tomate tuvo tanto en la cultura popular como en el escenario mediático de su tiempo.
Aquí hay tomate se presentó como una innovadora apuesta que combinaba el periodismo del corazón con el entretenimiento puro, estableciendo un precedente en la programación vespertina de Telecinco. Verónica Dulanto, presentadora de Fiesta, destacó cómo el programa no solo alcanzó un estatus icónico sino que también allanó el camino para otros formatos similares, tales como Sálvame, marcaron definitivamente un ícono en la cadena de Mediaset España.
Desde los inicios de su viaje en el mundo del espectáculo, Alcayde desveló cómo su entrada al terreno de la prensa rosa fue una desviación inesperada de su trayectoria, ya que originalmente se había presentado a un casting para un proyecto enfocado en curiosidades y fenómenos, el cual, eventualmente, viró hacia el periodismo del corazón, un ámbito donde demostró una conexión espontánea y profundamente entretenida con la audiencia.
Alcayde no solo compartió los desafíos y las presiones que se cocían tras bambalinas, sino que también reflexionó sobre la evolución del formato, recordando con melancolía aquellos días en los que predominaba el humor y la diversión, antes de que la polémica y la tensión se convirtieran en los ingredientes más rentables.
A pesar de haber enfrentado críticas, Aquí hay tomate logró cifras espectaculares de audiencia, con picos del 30%, un logro que, según Dulanto, parece una hazaña imposible en el contexto televisivo actual.
El emotivo repaso de Alcayde no solo incluyó el éxito y las controversias que rodearon a Aquí hay tomate, sino que también ofreció un vistazo al corazón detrás del final de un programa que marcó el fin de una era significativa, no solo para quienes formaban parte del equipo y la cadena, sino también en el inicio de nuevas aventuras en el panorama televisivo español.
La visita de Carmen Alcayde a Fiesta, más allá de ser un momento para recordar el inolvidable legado de Aquí hay tomate, sirvió también para reflexionar sobre cómo este tipo de programas ha influido en el contenido televisivo de hoy en día, trazando un camino que muchos han intentado replicar, aunque sin alcanzar el mismo impacto o éxito. La velada se convirtió en una ventana al pasado que, sin duda, despertó la nostalgia y el aprecio por una de las épocas doradas de la televisión en España.