Las fuertes lluvias de los últimos días han ocasionado importantes daños en el campo, especialmente en el cultivo del ajo en la provincia de Cuenca. Según el Comité Ejecutivo de Asaja Cuenca, algunas parcelas han sufrido pérdidas del 90%. Los agricultores de ajo de la provincia tienen sus plantaciones en las provincias de Cuenca, Albacete y Ciudad Real, aunque es en esta última donde la acumulación de precipitaciones ha sido mayor, llegando a los 150 litros.
Las zonas más afectadas han sido Cinco Casas y Argamasilla de Alba, donde los daños son del 90%, y en Las Pedroñeras, donde se estima en el 50%. Los agricultores están preocupados por la posibilidad de que las pérdidas continúen debido a las previsiones de lluvia para los próximos días.
La situación se agrava por el hecho de que el seguro agrario no cubre todos los costes de producción. El secretario general de Asaja Cuenca ha hecho hincapié en que muchos agricultores no están contentos con la peritación de los daños y temen no recuperar las inversiones realizadas en las plantaciones.
Castilla-La Mancha es la región de España con mayor producción de ajo, con alrededor de 20.000 toneladas dedicadas a este cultivo. El Comité Ejecutivo también ha analizado otros temas como los procesos electorales y su impacto en el campo, así como las ayudas anunciadas por el Gobierno central y regional para paliar la sequía.
Además del cultivo de ajo, el de girasol también ha sufrido los efectos adversos de la climatología. La falta de lluvia hasta hace un mes ha retrasado la siembra, lo que ha provocado que aquellos que finalmente se han decidido a sembrar se hayan visto afectados por las fuertes lluvias, teniendo que volver a plantar. En cambio, el cereal no se ha visto afectado por las lluvias, aunque estaba gravemente dañado por la sequía del invierno y la primavera, así como por las altas temperaturas de abril y mayo.
