Unidos para Cambiar Ourense: PSOE y PP Conforman Alianza Contra el Alcalde Jácome

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En Ourense, la república política local enfrenta días de intriga y alta tensión con la reciente propuesta de una moción de censura contra el actual alcalde Gonzalo Pérez Jácome, quien lidera el consistorio desde 2019 bajo las siglas de Democracia Ourensana (DO), siendo reconocido por su controvertida figura en el ámbito político de España. Este giro dramático viene alimentado por una inédita colaboración entre tradicionales rivales, el Partido Popular (PP) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), quienes parecen haber encontrado un terreno común en su deseo de reemplazar al actual gobierno municipal.

La situación se enmarca dentro de una serie de reajustes y negociaciones que han transformado el apoyo político que inicialmente respaldó la administración de Jácome, especialmente visible con los cambios en la Diputación de Ourense. El cambio de dirección en dicha institución, con la llegada de Luis Menor del PP en lugar de José Manuel Baltar, y permitido con el beneplácito de DO, marcó el inicio de este nuevo escenario político. Sin embargo, el panorama dio un vuelco completo con la aprobación de los presupuestos gracias a la abstención del PSOE, debilitando la posición de DO y reforzando simultáneamente la influencia socialista tanto en la Diputación como en el Ayuntamiento.

Ante esta oportunidad, el PSOE rápidamente propuso una moción de censura tan pronto como fue posible, a la que el PP se sumó sin dudarlo. Sin embargo, la efectividad de dicho movimiento depende en gran medida del Bloque Nacionalista Gallego (BNG), cuyo apoyo es crucial y todavía incierto, dado que han exigido disculpas públicas por parte del PP por anteriores colaboraciones con DO, complicando aún más el delicado tejido de alianzas políticas en Ourense.

No obstante, Jácome no ha permanecido quieto ante estos desarrollos, mostrando una notable resistencia y maniobrabilidad política al proponer a su vez una moción de censura contra el PP en la Diputación, buscando el respaldo de socialistas y nacionalistas, aunque esta estrategia parece con pocas probabilidades de éxito.

Sumado a la crisis política, el alcalde enfrenta acusaciones de acoso laboral, siendo condenado a indemnizar a un empleado municipal, lo que añade otra capa de controversia a su mandato. Con continuas polémicas, acusaciones de corrupción y la incapacidad para aprobar presupuestos o gestionar el Plan General de Ordenación Municipal, Ourense se encuentra en una encrucijada que encierra la esperanza de cambio pero también el temor a agravar una situación ya de por sí compleja.

La ciudad, acostumbrada a las constantes tensiones y juegos políticos, aguarda ansiosamente el resultado de estas maniobras, que sin duda marcarán un antes y un después en la gestión municipal, reflejando las complejidades y desafíos que a menudo caracterizan la política local.