En la última edición de «MasterChef 12», el popular concurso de talentos culinarios escribió un nuevo capítulo en su historia, dejando tanto a la audiencia como al panel de jueces y chefs invitados atónitos. En un giro verdaderamente inesperado y sin precedentes, todos los concursantes involucrados en la prueba de eliminación fracasaron en presentar un plato a los jueces, un desenlace que sacudió el plató de televisión.
La competición, ya conocida por sus desafíos exigentes y el elevado nivel de presión al que se somete a los participantes, alcanzó un punto crítico cuando Celeste, Alberto, Pulga y María enfrentaron el reto de recrear un exigente postre creado por el afamado chef Jordi Roca, celebridad en el mundo de la pastelería y la gastronomía, condecorado con 3 Soles Repsol. La tarea se presentaba formidable, pero lo que nadie anticipaba era que, pese a sus esfuerzos y a un alargue inédito de cinco minutos en el tiempo de preparación ofrecido por el programa, ninguno de los aspirantes lograría culminar sus creaciones.
La falta de resultados en este nivel de la competencia llevó a Jordi Cruz, uno de los pilares del jurado de «MasterChef», a expresar su descontento y tomar medidas excepcionales. En una decisión sin precedentes, sentenció no solo la repetición del desafío para los involucrados sino que también incluyó a un tercer participante en riesgo de eliminación, todo esto dentro del marco temporal estándar de 40 minutos para la consecución de la tarea.
Este episodio no pasó desapercibido en las redes sociales, donde se desató una avalancha de comentarios de seguidores del show, manifestando su sorpresa y, en muchos casos, su decepción por el inusitado desenlace de la prueba de eliminación. En medio de este maremágnum de reacciones, Jordi Cruz y Pepe Rodríguez, otro miembro destacado del jurado, compartieron su perspectiva sobre lo ocurrido, etiquetándolo como un «momento bochornoso» y remarcando el desaprovechamiento de una oportunidad única de aprender y brillar ante uno de los más renombrados chefs del panorama culinario actual.
Este evento, calificado como un momento sin igual en la rica historia de «MasterChef», ha resaltado no solo la importancia de la destreza y la precisión en la cocina, sino también el valor de la resiliencia y el respeto por el arte culinario. Queda por ver cómo este acontecimiento influirá en las futuras ediciones del concurso y si los futuros concursantes aprenderán de los errores de sus predecesores. Lo que es seguro es que esta edición de «MasterChef 12» será recordada como el escenario de uno de los episodios más inesperados y educativos sobre la presión y los desafíos que entraña el camino hacia la excelencia en el mundo gastronómico.
