En un giro sin precedentes en la historia del Festival de Eurovisión, Radio Televisión Española (RTVE) ha declarado que podría retirarse de la competencia en 2026 si Israel continúa participando. La decisión de la corporación pública española surge en medio de un clima de creciente tensión político-cultural, amplificado por recientes eventos en Gaza, que colocan al certamen en el centro de un debate sobre ética y derechos humanos.
Desde septiembre, cuando el Consejo de Administración de RTVE tomó esta firme posición, se ha hecho evidente que la corporación considera indivisibles la participación y la emisión del evento. José Pablo López, presidente de RTVE, recalcó durante una intervención parlamentaria que la entidad no cambiará su postura y que sostendrá su posición durante la próxima Asamblea General de la Unión Europea de Radiodifusión a celebrarse en Ginebra.
La razón detrás de esta decisión radica en los recientes acontecimientos en Gaza y las críticas hacia Israel por su presunta politización del festival. RTVE argumenta que Eurovisión no debe mantenerse al margen de los conflictos humanitarios que se despliegan a través del globo, indicando así que las actuales circunstancias vulneran la integridad del concurso, a pesar de los esfuerzos de la Unión Europea de Radiodifusión por actualizar el sistema de votaciones y evitar manipulaciones.
Este atrevido movimiento de España, uno de los cinco mayores contribuyentes al certamen, podría iniciar una serie de reacciones similares de parte de otras cadenas europeas, poniendo en riesgo la participación general y, potencialmente, el patrocinio y la audiencia del evento. La preocupación de la Unión Europea de Radiodifusión es palpable ante la posibilidad de un boicot y la repercusión que la postura masivamente apoyada a Israel pueda tener.
De llevarse a cabo la retirada de España, ello implicaría no solo la ausencia de su representación en el festival sino también la cancelación de la transmisión de las semifinales y la final en el país, un hecho sin precedentes considerando el desembolso de más de 331,000 euros en derechos de emisión y participación en 2025. No obstante, RTVE mantendría su participación en el ecosistema de Eurovisión a través del Benidorm Fest, aunque este ya no funcionaría como el mecanismo de selección para el representante español en el festival.
La decisión final de la Unión Europea de Radiodifusión sobre la continuidad de Israel en Eurovisión marcará un antes y un después tanto para España como para el futuro del festival. Con la posible ausencia española en el horizonte, la comunidad eurovisiva aguarda respuestas sobre cómo se abordarán los desafíos del evento en el futuro y cuál será el impacto en su expansión y relevancia cultural.
