En los debates más recientes en el Parlamento de Andalucía, celebrados los días 12 y 13 de diciembre, se aprobó una serie de propuestas de resolución que reflejan la diversidad de preocupaciones y la pluralidad política de la región. Entre las iniciativas destacadas, una promovida por Adelante Andalucía se centró en la lucha contra el estigma hacia las personas migrantes, abogando por la implementación de programas de sensibilización. Por otro lado, Vox presentó una propuesta que enfatizaba la necesidad de valorar la paternidad y abordar la brecha maternal, lo que evidencia los distintos temas que preocupan a los representantes andaluces.
El contexto de estas votaciones resalta la estrategia de transversalidad política adoptada por Juanma Moreno y el Partido Popular, cuya mayoría absoluta se consolidó hace dos años y medio. Moreno ha demostrado ser capaz de maniobrar en un panorama político complejo, buscando equilibrio entre las propuestas de diferentes corrientes. Este enfoque pone de manifiesto no solo la diversidad de la agenda andaluza, sino también su intención de atraer a un electorado más amplio.
En comparación con otros líderes del PP, como Isabel Díaz Ayuso o Alberto Núñez Feijóo, la posición de Moreno se destaca por su carácter más conciliador, especialmente en temas sensibles como la conmemoración del fin de la dictadura de Franco. Su discurso se orienta hacia el consenso y la celebración de la concordia, lo que contrasta notablemente con las posturas más polarizadas de sus colegas.
Con las próximas elecciones a la vista, el liderazgo de Moreno, caracterizado por una imagen de centralidad política, parece gozar de una buena aceptación según indican las encuestas, pese a las críticas sobre su gestión, particularmente en el ámbito de la sanidad pública. Esta transversalidad, en lugar de considerarse una debilidad, emerge como su principal fortaleza en Andalucía, aunque también podría generar tensiones dentro del partido a nivel nacional.
La habilidad de Moreno para mantener su «singularidad» política y atraer a un electorado más diverso, incluyendo a votantes tradicionales del socialismo, podría ser un factor determinante para su reelección en 2026. Sin embargo, con una política que cambia constantemente, solo el tiempo dirá si su enfoque transversal seguirá resonando entre los andaluces.