La famosa casa de la película «Solo en Casa», un emblema de la Navidad desde su debut en 1990, está siendo objeto de un intenso debate. Situada en un tranquilo vecindario de Chicago, este inmueble ha atraído a turistas y se ha consolidado como un símbolo del cine familiar a lo largo de los años. Sin embargo, la visión de sus actuales propietarios de modernizarla ha despertado la inquietud de muchos amantes de la película y defensores del patrimonio cultural.
Los nuevos dueños planean realizar reformas drásticas en la fachada, ventanas y el diseño interior de la casa, buscando adaptarse a las exigencias del siglo XXI. Estos cambios, aunque destinados a mejorar la funcionalidad del lugar, son vistos por muchos como una amenaza a un auténtico tesoro cultural. Para los fans, cada rincón de la vivienda es un recordatorio de los entrañables momentos de la mischievous Kevin McCallister, y cualquier alteración se percibe como una pérdida monumental.
Las reacciones de descontento han sido inmediatas. En redes sociales, ha surgido una ola de campañas que abogan por conservar la casa tal como fue presentada en la pantalla grande. Desde sus casas, los fanáticos expresan su descontento; uno de los activistas ha mencionado que «destruir la casa es como borrar una parte de nuestra memoria colectiva».
El entorno de la casa se ha convertido en un punto focal de manifestaciones llenas de vida. Fans vestidos con suéteres temáticos de la película empuñan pancartas que claman «¡Salva la casa de Kevin!», lo que ha llamado la atención de los medios locales. Estos resaltan no solo la importancia de proteger los edificios, sino también de preservar los recuerdos que representan.
A medida que continúan los trabajos de modernización, surge la pregunta: ¿puede existir un equilibrio entre la modernización y la conservación de un legado cinematográfico tan valioso? Algunos expertos sugieren que las dos metas no son necesariamente incompatibles, y abogan por un enfoque que respete la esencia histórica del lugar.
El futuro de la emblemática casa de «Solo en Casa» sigue siendo incierto, y la decisión de sus propietarios está aún en el aire. Sin embargo, lo que es innegable es que este lugar no es solo un set de filmación, sino una parte entrañable de la cultura popular que merece ser protegido y celebrado por futuras generaciones.

