A medida que el verano se despide, muchos entusiastas de la jardinería buscan opciones para mantener sus espacios al aire libre llenos de vida y color. Una solución perfecta para lograr un jardín espectacular durante el cambio de temporada son las plantas perennes con flor. Estas variedades no solo embellecen el jardín con sus colores y texturas, sino que también ofrecen la ventaja de ser resistentes y requerir mínimo mantenimiento, lo que las convierte en una inversión duradera para cualquier espacio verde.
Entre las plantas más recomendadas para darle vida al jardín en septiembre se encuentra la Rudbeckia, también conocida como “Susan de ojos negros”. Esta planta destaca por sus llamativas flores doradas con centros oscuros, que florecen vigorosamente hasta la llegada de los primeros fríos del otoño, además de ser resistente a plagas y atraer a importantes polinizadores como abejas y mariposas.
El Sedum, o “amaranto”, es otra opción excelente gracias a su gran resistencia. Capaz de soportar desde sequías hasta climas fríos, esta planta suculenta brinda una atractiva gama de colores que va desde el rosa hasta el rojo oscuro, con floraciones que comienzan a finales del verano y se extienden hasta bien entrado el otoño, agregando una interesante textura al jardín.
Para los aficionados a los tonos más suaves, la Echinácea es una alternativa maravillosa. Esta “Flor de cono” no solo es visualmente atractiva con sus flores en tonos de rosa y púrpura, sino que también es conocida por sus propiedades medicinales, en particular para fortalecer el sistema inmunológico.
No menos importante es el Agastache, o “menta mexicana”, una planta perenne que se destaca por sus espigas de flores aromáticas que varían del azul al púrpura. Además de su agradable fragancia, que recuerda al anís o a la menta, es muy apreciada por los colibríes, aportando dinamismo y vida al jardín. Su resistencia y fácil cultivo son cualidades adicionales que la hacen digna de consideración.
Por último, el Phlox paniculata garantiza agregar un toque romántico al espacio verde, gracias a sus racimos de flores fragantes disponibles en una amplia gama de colores, desde el blanco hasta el rojo y el púrpura. Sus abundantes floraciones en septiembre prolongan la estación de color, haciendo que el jardín resplandezca con una belleza inigualable.
Optar por estas plantas perennes con flor no solo embellece el jardín en la transición estacional, sino que también representa un cuidado más fácil y una belleza que se renueva cada año, permitiendo disfrutar de un paraíso floral duradero que capturará la admiración de todos.