Un antiguo taller de cerámica en la ciudad ha sido reinventado como un innovador espacio de diseño, abriendo sus puertas con una estética contemporánea que ha capturado la atención del público. Este lugar se destaca por sus productos excepcionales, especialmente azulejos que fusionan tradición y modernidad.
Elaborados a mano por artesanos locales, los azulejos presentan patrones geométricos y una vibrante paleta de colores. Son versátiles para su uso tanto en interiores como exteriores, aportando un toque único a los espacios. Su diseño se inspira en la rica herencia cultural de la región, mezclando técnicas tradicionales con un enfoque moderno.
El espacio no solo exhibe los azulejos, sino que también ofrece talleres interactivos. Los visitantes pueden aprender sobre el proceso de creación y desarrollar sus propias piezas, lo que ha generado un gran interés en la comunidad local, ávida por conectar con la cerámica de manera práctica.
Además de los azulejos, el espacio presenta una selección de muebles y accesorios de diseño, todos elaborados con un fuerte compromiso hacia la sostenibilidad y la calidad. Estos principios han sido centrales desde el inicio del proyecto, convirtiendo el lugar en un destino imprescindible para quienes buscan integrar el arte y el diseño en su vida diaria.
La inauguración fue celebrada con un evento que reunió a diseñadores, arquitectos y entusiastas del diseño. La acogida ha sido positivamente abrumadora, y muchos ya han mostrado interés en realizar pedidos personalizados. Esta transformación revitaliza no solo el taller, sino que también posiciona a la ciudad como un referente en diseño contemporáneo.