En un hecho que ha causado sorpresa y cierta consternación entre miles de aspirantes, la Guardia Civil se ha visto forzada a posponer las pruebas programadas para el próximo domingo. Esta decisión se tomó a causa de un fallo en el etiquetado de una caja que contenía los exámenes, poniendo un alto temporal a las expectativas de 26.332 candidatos, quienes esperaban avanzar en el proceso de selección para integrarse a esta institución. De este grupo de aspirantes, un significativo 31,6% son mujeres, todas compitiendo por una de las 2.721 plazas ofertadas para entrar en la escala de cabos y guardias.
A través de un comunicado emitido este sábado, la institución armada precisó que el error de etiquetado concierne exclusivamente a las pruebas previstas para el domingo. No obstante, aclaró que los exámenes que se realizaron el día de hoy, sábado 28 de septiembre, son totalmente válidos y quedan fuera de este contratiempo. Se ha prometido a los afectados por este incidente que recibirán, lo antes posible, una nueva fecha para la realización de sus pruebas.
Los aspirantes deben superar un proceso de selección que comprende cuatro fases: una prueba de conocimientos, exámenes físicos, una entrevista personal y un reconocimiento médico. Para la implementación de esta rigurosa selección, se han habilitado 19 sedes repartidas en doce comunidades autónomas destinadas exclusivamente para el examen de conocimientos.
En lo que concierne a la oferta de plazas, de las 2.721 disponibles este año, 1.432 son accesibles por acceso libre. Mientras tanto, 1.089 plazas se han reservado para militares, y las 200 restantes para Guardias Jóvenes, demostrando la amplitud y diversidad de oportunidades que esta convocatoria presenta para diferentes grupos interesados en sumarse a las filas de la Guardia Civil.
Con este inconveniente, la Guardia Civil ha querido reiterar su compromiso con la transparencia y la correcta ejecución de los procesos selectivos. Además, ha señalado la relevancia de adherirse a los protocolos establecidos para asegurar la igualdad de condiciones para todos los candidatos. Aunque este incidente representa un contratiempo, no resta valor al esfuerzo y dedicación de los miles de aspirantes que ven en estas oposiciones una oportunidad preciosa de servir y proteger a la sociedad, vistiendo el uniforme de la Guardia Civil.