El caso judicial que implica al reconocido productor musical Nacho Cano y que ha acaparado la atención mediática registró un importante pero inesperado desarrollo. La declaración de Lesly Guadalupe O.F., denunciante principal en la acusación contra Cano por presuntos delitos contra los derechos de los extranjeros y de los trabajadores, se ha visto interrumpida. Los motivos detrás de este aplazamiento radican en un incidente de salud de la denunciante, quien, según informes de sus abogados, sufrió un ataque de pánico, impidiéndola así de comparecer ante el juzgado como estaba previsto.
Lesly, cuyo testimonio es considerado clave en esta infracción judicial, iba a presentarse por primera vez ante la magistrada del Juzgado de Instrucción número 19 de Madrid. Su ausencia no solo retrasa el proceso sino que añade una capa de complejidad al mismo, donde hasta ahora, ni ella ni los tres investigados, ni los becarios vinculados al musical han tenido oportunidad de declarar.
Este contratiempo no ha sido el único punto de interés en el desarrollo del caso. Una inspección sorpresa realizada por la Oficina de Trabajo ha arrojado resultados que desmienten ciertas acusaciones sobre la contratación ilegal de 17 becarios mexicanos trabajando en el musical ‘Malinche’ de Cano. Según este examen, los estudiantes cumplían con todas las regulaciones vigentes, aunque su convocatoria a declarar ante la justicia fue obstaculizada por problemas en el proceso de citación.
El inicio de esta controversia legal se remonta al pasado 30 de julio, cuando Lesly presentó la denuncia que ha desencadenado la actual cadena de eventos. A lo largo de este tiempo, el caso ha experimentado múltiples vueltas, incluida la desestimación por parte de la magistrada de ciertos mensajes que desde la defensa de Cano se presentaron con el intento de probar un supuesto chantaje por parte de Lesly.
Adicionalmente, un informe reciente de la Inspección de Trabajo enviado al juzgado refuerza la posición de que las actividades realizadas por los becarios mexicanos del musical no constituyen una «relación laboral encubierta», sino que estaban enfocadas en complementar su educación teórica.
A medida que el caso sigue su curso, la comunidad se mantiene cautelosa y a la expectativa de las futuras declaraciones y decisiones judiciales que puedan ofrecer claridad y resolución a este asunto legal tan mediático.
