Sugerencias de los Capellanes Vieneses para Saborear el Roscón de Reyes tras el 6 de Enero

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Con el inicio del nuevo año, muchas familias españolas se encuentran con la situación de qué hacer con los restos del tradicional roscón de Reyes. Este delicioso y esponjoso dulce, tan típico en las Navidades españolas, suele ser un festín durante los días de celebración, pero después del seis de enero, es común tener sobras. Con el objetivo de evitar que terminen en la basura, la conocida cadena de restauración madrileña Viena Capellanes ha propuesto una serie de creativas maneras de reutilizar el roscón.

Para aquellos que desean conservar el roscón para luego, el congelado es una solución excelente. La recomendación es trocearlo en porciones individuales, envolverlas adecuadamente y almacenarlas en el congelador. De esta manera, cuando se quiera revivir sus sabores, basta con dejar descongelar las porciones a temperatura ambiente para degustar de nuevo su textura esponjosa.

No obstante, si la idea es dar rienda suelta a la imaginación culinaria, Viena Capellanes propone varias recetas originales. Una de las más llamativas es el «bikini roscón». Este sándwich combina el roscón con jamón y queso, proponiendo un sorprendente contraste entre dulce y salado que promete deleitar los paladares más curiosos.

Otra propuesta es transformar el roscón en un «Pan de Mallorca», unos biscotes crujientes ideales para el desayuno, acompañados de un buen café o té. Esto se logra tostando las rebanadas hasta que queden completamente secas.

Para quienes prefieren los postres, las alternativas son igualmente tentadoras. Usar las sobras para batidos refrescantes – al mezclarlas con leche, helado, y una pizca de canela – o para innovadoras croquetas dulces que usan una bechamel con canela y limón, son algunas de las opciones.

Las tradicionales torrijas se pueden preparar utilizando el roscón como base, freírlas con un poco de mantequilla para convertirlas en un desayuno o merienda especial. También, la mousse de roscón aparece como una opción deliciosa, que combina roscón remojado en leche con nata montada.

Para los aficionados a las galletas, el toque único del roscón se puede integrar fácilmente en las recetas al sustituir parte de la harina por roscón seco pulverizado. Y no menos importante, el pudin de roscón es una opción acogedora, que permite la incorporación de frutas como manzanas para otorgar frescura a este postre clásico.

Con estas propuestas, Viena Capellanes no solo fomenta la creatividad en la cocina, sino que también promueve prácticas sostenibles al evitar el desperdicio de alimentos. Así, el final de la temporada navideña ya no significa tener que despedirse de uno de sus dulces más característicos.