La última edición de «GH Dúo 3» protagonizó uno de sus momentos más tensos y dramáticos hasta la fecha, gracias a una conexión en directo que sirvió de chispa para encender los ánimos dentro de la casa. El presentador Carlos Sobera, como mediador de este torbellino emocional, tuvo que intervenir cuando los conflictos alcanzaron su punto álgido, poniendo de manifiesto las tensiones y estrategias que se cocen en el día a día del reality.
La noche se vio marcada por el comportamiento de Álex Ghita, quien, inmerso en la prueba semanal que requería de los concursantes habilidades de espionaje, terminó en el centro de la polémica. Ghita intentó, sin éxito, jugar en varios frentes, acercándose de manera estratégica a concursantes con las que previamente había mantenido distancias, como Romina Malaspina y Marieta, desatando una ola de críticas y cuestionamientos sobre sus verdaderas intenciones y lealtades dentro del juego.
La situación escaló cuando, además de buscar nuevas alianzas, Ghita se permitió hacer comentarios despectivos sobre algunas de sus compañeras, generando una atmósfera de desagrado generalizado. Su actitud y palabras hacia Maica Benedicto fueron el detonante para una confrontación directa. Maica le acusó de ser un falso y de jugar con los sentimientos y estrategias de los demás participantes, una acusación que resonó en la casa y llegó a oídos del presentador.
Carlos Sobera, en un movimiento poco común dentro de la dinámica habitual del programa, tomó un papel activo en el conflicto. Reprochó a Ghita su conducta, destacando la importancia de mantener el respeto mutuo entre los concursantes, incluso en el contexto competitivo y a veces hostil del reality. La intervención de Sobera no solo buscó aplacar las llamas del altercado, sino también recordar a los participantes y a la audiencia la importancia de los valores humanos básicos, como el respeto y la dignidad, en cualquier circunstancia.
Este episodio ha dejado en claro que «GH Dúo 3» es mucho más que un simple juego de convivencia. Las complejas dinámicas y estrategias entre los concursantes reflejan la fragilidad de las relaciones humanas cuando se ponen a prueba bajo presión. La intervención del presentador añadió una dimensión de seriedad y reflexión al programa, preparando el terreno para que las siguientes galas sean aún más impredecibles y emocionantes, conforme se sigan desarrollando las relaciones entre los habitantes de la casa.
