En una reciente emisión del programa La Hora de La 1, la periodista Silvia Intxaurrondo confrontó los comentarios del líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, acerca de la gira africana del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez. Feijóo había criticado la visita oficial de Sánchez a varios países africanos, sugiriendo que promovía la migración hacia España en un momento de sensible debate migratorio, lo que calificó como un «efecto llamada» irresponsable.
Contrario a las acusaciones de Feijóo, Intxaurrondo destacó el propósito de Sánchez detrás de su viaje, afirmando que su agenda se centraba en reforzar alianzas para combatir las redes de tráfico de personas y consolidar la migración legal y segura. A través de acuerdos de migración circular, el Presidente busca facilitar que ciudadanos de países como Mauritania, Gambia y Senegal puedan emplearse en España, especialmente en el sector agrícola, bajo condiciones legales.
La presentadora también resaltó cómo la administración de Sánchez considera la inmigración como un pilar para el desarrollo económico y la sostenibilidad del sistema de Seguridad Social en España. Este enfoque contrasta con una creciente ola de xenofobia en Europa, donde los discursos antiinmigración ganan terreno.
Las críticas de Feijóo no sólo generaron debate mediático, sino que suscitaron respuestas desde el PSOE, que acusó al líder del Partido Popular de cortejar al electorado más derechista y xenófobo, especialmente a simpatizantes de Vox, con el fin de capitalizar el tema migratorio para fines políticos.
Este intercambio de posturas pone de relieve el actual estado de la discusión sobre la inmigración en España, evidenciando las divergencias en el abordaje de un tema de gran relevancia para el futuro demográfico y económico del país. La confrontación de ideas entre medios de comunicación, políticos y sociedad refleja la complejidad de la gestión migratoria, un desafío que sigue en el centro del debate político en España y Europa.