En los corredores de la justicia española se está fraguando un caso que promete marcar un hito en el ámbito de la propiedad intelectual dentro del creciente mundo digital, específicamente en lo que respecta a los Non-Fungible Tokens (NFT). Este escenario gira en torno a la polémica colección de NFT del renombrado futbolista Ronaldinho Gaucho, que ha sido objeto de disputa legal ante el Juzgado de lo Mercantil número 6 de Barcelona desde marzo de 2022.
La controversia surge a raíz de una demanda interpuesta por Jorge Beñago Andrés, un creador español que reclama la autoría de las obras usadas en la colección de NFT, alegando que estas fueron ligeramente modificadas y vendidas sin su pleno consentimiento por parte de la compañía Shirtum Europa. Estas obras, comercializadas digitalmente, habrían generado ingresos que se mueven en una banda que va desde los 289.957,66 euros hasta los 432.617,66 euros.
Por su parte, Shirtum admite haber trabajado con Beñago Andrés en la creación de los NFT, pero defiende que la obra fue un esfuerzo colectivo. Resaltan además haber acordado un pago de 12.000 euros al artista, de los cuales 2.000 euros ya habían sido abonados. Sin embargo, ante la acción legal iniciada por Beñago, la empresa señala que deducirá los 10.000 euros pendientes, argumentando una mancha en su reputación derivada de este conflicto.
El juicio, que tendrá lugar este lunes en Barcelona, no solo se centrará en las medidas cautelares demandadas por Beñago, como la cesación de la reproducción y comunicación pública de las obras, sino que además podría redefinir la manera en que se interpretan y protegen los derechos de autor en el terreno de los NFTs y el arte digital en una escala más amplia.
Beñago no solo exige que se retiren del mercado los NFT en cuestión, sino que también reclama una compensación de 90.490,07 euros por parte de Shirtum y MDM Sports, por la explotación no autorizada de su trabajo. Este litigio destaca la creciente necesidad de establecer condiciones claras en los acuerdos relacionados con los NFTs y pone de manifiesto la importancia de asegurar los derechos de propiedad intelectual en un entorno digital caracterizado por la facilidad de reproducción y distribución de obras.
La decisión que se tome en este caso podría enviar un mensaje crucial sobre la necesidad de impulsar marcos legales robustos que ofrezcan una remuneración equitativa a los creadores en la era digital, al mismo tiempo que se fomenta la innovación y el desarrollo en el ámbito de los NFTs y más allá. Este caso se perfila como un punto de inflexión en la protección de los derechos de autor en el vasto y volátil mundo digital.