La diabetes es una condición que afecta a millones de personas en todo el mundo, y en España, más de cinco millones conviven con esta enfermedad. Sin embargo, además de los desafíos médicos que se presentan, existe un estigma social que constituye un obstáculo considerable para quienes la padecen, afectando su calidad de vida de maneras profundas y silenciosas.
Estudios recientes han puesto de manifiesto que aproximadamente el 70% de las personas con diabetes en España perciben un estigma asociado a su condición. Esto se traduce en experiencias cotidianas difíciles, como la cancelación de citas médicas por temor a ser juzgados, o la reticencia a compartir su diagnóstico con amigos y familiares debido a la vergüenza o a la preocupación por la reacción de los demás.
Este estigma se alimenta de ideas erróneas, como la creencia de que ciertos alimentos pueden causar la enfermedad o que la diabetes se cura únicamente con dieta y ejercicio. Tales mitos generan confusión y exclusión, y se ven exacerbados por la forma en que los medios de comunicación suelen representar la enfermedad, frecuentemente recurriendo a estereotipos que contribuyen al malentendido generalizado.
El impacto del estigma no es solo emocional; investigaciones han demostrado que los comentarios inapropiados pueden provocar respuestas fisiológicas similares al estrés, como un aumento de la frecuencia cardíaca y sudoración, incluso en ausencia de síntomas externos de ansiedad. Una pregunta aparentemente inofensiva, como «¿De verdad deberías estar comiendo eso?», puede ocasionar una reacción intensa, comparable a situaciones de alta presión, como una entrevista de trabajo.
Para abordar esta problemática, iniciativas como las de Abbott, en colaboración con la Federación Española de Diabetes (FEDE), están llevando a cabo campañas de sensibilización y educación. Una de las actividades destacadas será un circuito experiencial en la Plaza de Callao, programado para los días 19 y 20 de octubre, donde el público podrá experimentar de manera interactiva cómo el prejuicio impacta la salud física y emocional de quienes conviven con la diabetes.
La erradicación del estigma requiere el compromiso de todos: profesionales de la salud, familiares, amigos y la sociedad en general. La empatía y la información adecuada son esenciales para crear un entorno que apoye a la comunidad diabética, permitiéndoles gestionar mejor su condición y, en consecuencia, mejorar su calidad de vida.
Antonio Lavado, presidente de FEDE, resalta la importancia de visibilizar los prejuicios y fomentar un diálogo más empático e informado entre todos los actores involucrados, con el fin de contribuir a una vida más digna y saludable para quienes enfrentan esta enfermedad.
Es momento de escuchar y entender, y de trabajar juntos contra el estigma que rodea a la diabetes. Este esfuerzo no solo transformará la percepción de la enfermedad, sino que también mejorará la realidad de aquellos que la enfrentan día a día.