En una revolucionaria apuesta por reinventar el género del western, Netflix ha lanzado una miniserie que está captando la atención del público y de la crítica por igual. «Los Abandonados» irrumpe en la escena televisiva con una propuesta audaz y refrescante, situando a mujeres de carácter fuerte y decisivo en el corazón de una trama envuelta en el misterio y las pasiones del viejo oeste.
Ambientada en 1854, en un Washington que parece tan lejano como cercano en temas, esta producción de seis episodios, cada uno rondando los 50 minutos, nos sumerge en una narrativa intensa que es difícil dejar de lado. En Angel’s Ridge, un pequeño asentamiento en el borde de la civilización, dos figuras colosales chocan tanto en ideales como en ambiciones. Gillian Anderson da vida a Constance Van Ness, una matriarca cuyo poder emana de las riquezas de una mina de plata, y Lena Headey interpreta a Fiona Nolan, líder de un grupo de huérfanos y personas marginadas cuya unión representa su única esperanza de supervivencia.
La serie, dirigida magistralmente por Otto Bathurst y Stephen Surjik, plantea preguntas perturbadoras sobre la autoridad, el control y la moralidad en un mundo donde las reglas se escriben con plomo y sangre. «Los Abandonados» no solo es una exploración de conflictos territoriales y personales, sino una profunda meditación sobre el poder, la supervivencia y los lazos imposibles de romper que nos definen.
El enfoque innovador de esta serie en el contexto de un western no convencional ha generado un enorme interés. Alejándose de los clichés típicos del género, presenta una narrativa rica en conflictos desde la perspectiva de poderosas matriarcas, ofreciendo así una visión fresca y estimulante. La combinación de impresionantes paisajes con una historia cargada de emoción y significado añade una intensidad única, creando una atmósfera que desafía a los espectadores a reflexionar profundamente sobre las decisiones y las luchas de sus personajes.
«Los Abandonados» desafía las convenciones sociales y de género, proyectando una luz sobre la lucha eterna por el poder y la familia en una época donde la moralidad es tan árida como el paisaje. Al mirar más allá de la violencia, nos encontramos con una historia sobre resistencia, amor y sacrificio. En un mundo gobernado por la fuerza, las protagonistas buscan forjar un nuevo camino, desafiando tanto el pasado como el presente, en un lugar donde ser fiel a uno mismo se convierte en el mayor acto de rebelión.


