En lo que parece un giro inesperado y desafiando lo que se creía una resolución definitiva por parte de Mediaset España, Arantxa del Sol ha hecho su reaparición en el programa «¡De viernes!», rompiendo las barreras del Código Ético establecido por la cadena tras su involucración en una polémica durante el reality «Supervivientes». La ex-presentadora había sido apartada de los reflectores a raíz de un incidente calificado como violento, pero ahora regresa para enfrentarse en un cara a cara con Ángel Cristo Jr., quien se viera involucrado en la polémica.
El conflicto entre Del Sol y Cristo Jr. se originó durante un recorrido en lancha, donde, basado en los reportes iniciales, Del Sol habría agredido físicamente a Cristo Jr. Lo que inicialmente fue descrito como una simple colleja, más tarde fue amplificado por Cristo Jr. a una acusación de haber recibido tres puñetazos. En un giro de los acontecimientos, esta noche, Del Sol tuvo la alternativa de compartir su versión de la historia, indicando que su comportamiento fue una respuesta a las severas críticas que había enfrentado de parte de Cristo en Honduras.
La percepción del episodio tomó un rumbo inesperado con la participación de Kiko Jiménez, quien debutó como colaborador en «Fiesta» y testimonió la escena al estar presente en la misma embarcación. Jiménez alteró la narrativa establecida, afirmando que el acto de Del Sol hacia Cristo Jr. no fue una agresión, sino más bien un gesto menor de corrección, poniendo en duda la gravedad de la acusación inicial y apoyando la postura de inocencia de Del Sol.
Esta declaración de Jiménez encontró apoyo en una dramatización realizada por él mismo y Luis Rollán que pretendía replicar el incidente, buscando disipar las acusaciones al demostrar que el acto cometido por Del Sol fue malinterpretado y dista de constituir una agresión.
Las voces en apoyo a Arantxa Del Sol no se hicieron esperar, con Alexia Rivas sugiriendo que el incidente fue manipulado por Ángel Cristo Jr. con intenciones de chantajear a Arantxa. Esta línea de pensamiento fue respaldada por Verónica Dulanto, quien se expresó a favor de la inocencia de Del Sol, criticando la interpretación pública de lo acontecido durante el incidente en la lancha.
El levantamiento del veto impuesto a Arantxa del Sol por parte de Mediaset sucedió un día antes de esta revelación, levantando preguntas sobre el momento y las intenciones detrás de esta nueva perspectiva.
Este caso destaca cómo la realidad puede ser manipulada y cómo la opinión pública puede ser influenciada por narrativas controladas, reiterando la importancia de reconsiderar los hechos antes de formar un juicio definitivo. La indagación sobre este incidente refleja la habilidad de la industria del entretenimiento para moldear perspectivas, mostrando que la verdad en ocasiones puede ser más complicada de lo que se presenta.