Las cocinas en los hogares de todo el país están experimentando un cambio drástico. De ser espacios predominantemente blancos y sosos, ahora están emergiendo como lugares llenos de color y vitalidad, donde el verde y el rosa son los nuevos protagonistas.
Este cambio obedece a una creciente tendencia de incluir más color en las áreas domésticas, desafiando la creencia tradicional de que las cocinas deben ser neutrales y solo funcionales. Los diseñadores de interiores están modernizando estos espacios con tonos que celebran la naturaleza y la calidez, adoptando verdes inspirados en hojas frescas y rosas que evocan la suavidad de los pétalos de flores.
El verde aporta frescura, serenidad y una conexión con la naturaleza. Los tonos varían desde un vibrante verde esmeralda hasta un suave verde menta y se aplican en azulejos, muebles y electrodomésticos. Esta elección de color no solo ilumina el espacio, sino que también crea un ambiente relajante y acogedor, ideal para preparar alimentos y disfrutar en familia.
El rosa, por su parte, ha ganado popularidad gracias a su capacidad de aportar calidez y un toque lúdico a la cocina. Desde delicados tonos pastel hasta vibrantes fucsias, el rosa se integra en elementos decorativos como banquetas, lámparas colgantes e incluso utensilios de cocina. No solo rompe con la monotonía del blanco, sino que también añade una capa de sofisticación y modernidad al entorno culinario.
Esta nueva tendencia de utilizar verde y rosa no solo refleja un deseo de revitalizar los espacios culinarios, sino también una búsqueda de personalización y expresión individual en el hogar. Ahora, las cocinas no son solo lugares para cocinar, sino auténticos centros de creatividad y estilo.
Laura García, una reconocida diseñadora de interiores, sugiere que esta combinación de colores puede adaptarse a todo tipo de cocinas, independientemente de su tamaño. «Lo importante es encontrar el equilibrio adecuado y saber cómo integrar estos colores para que se complementen mutuamente y realcen las características del espacio», comenta.
La transición de la cocina blanca y sosa hacia un espacio sofisticado en el que el verde y el rosa son protagonistas es una señal clara de que la decoración del hogar sigue evolucionando. Esta tendencia no solo mejora la estética de las viviendas, sino que también crea un ambiente más alegre y acogedor para toda la familia.