Con la llegada de la temporada otoñal y el descenso en las temperaturas, cobra especial relevancia el papel de la alimentación en el fortalecimiento del sistema inmunológico, clave para prevenir infecciones virales. Mantener una dieta adecuada no solo es esencial, sino que se alinea con otros hábitos saludables como el ejercicio regular, una higiene adecuada del sueño y una buena gestión del estrés, elementos que, en conjunto, pueden potenciar nuestra capacidad de defensa.
Un reciente estudio revela que, con la llegada de los meses más fríos, un tercio de los españoles tiende a aumentar su consumo de frutas y verduras. Sin embargo, la importancia de una dieta equilibrada se mantiene constante durante todo el año. Expertos en nutrición resaltan la necesidad de priorizar alimentos naturales, como frutas, verduras, legumbres y grasas saludables, mientras sugieren reducir el consumo de productos ultraprocesados.
Entre los alimentos que se destacan por sus beneficios inmunológicos se encuentran el kiwi, el brócoli y el jengibre. El kiwi es reconocido por su alto contenido en vitamina C y antioxidantes, esenciales para la salud; el brócoli no se queda atrás, ofreciendo una combinación poderosa de vitaminas y fibra; por su parte, el jengibre además de mejorar la digestión, puede actuar positivamente en la función inmunológica. Otros alimentos, como el salmón y las almendras, aportan vitamina D y E, respectivamente, componentes cruciales para mantener un sistema inmunológico robusto.
Más allá de la dieta, el ejercicio y el sueño adecuado juegan un rol fundamental. Dormir entre siete y ocho horas diarias y practicar actividad física regular son hábitos recomendados para complementar los esfuerzos nutricionales. Como ayuda adicional, algunas empresas sugieren el uso de suplementos alimenticios para cubrir posibles deficiencias nutricionales.
En este contexto, consumir frutas y verduras suficientes resulta esencial, ya que aportan al organismo los nutrientes necesarios para el funcionamiento óptimo del sistema inmune. Se recomienda alcanzar al menos cinco porciones diarias de estos alimentos para asegurar una buena salud y resistencia ante las enfermedades.