En una sorpresiva reaparición que ha encendido las alarmas en Barcelona, Carles Puigdemont, el exlíder catalán que ha pasado casi siete años fuera de España, ha regresado a Catalunya, desafiando la orden de detención nacional en su contra. Su regreso ha sido marcado por tensiones y un amplio operativo policial en busca de capturarlo.
«Estoy aquí para recordarles que aún estamos aquí», manifestó Puigdemont durante un discurso en el paseo Lluís Companys de Barcelona, antes de desaparecer de nuevo mientras se encaminaba al Parlament para la investidura de Salvador Illa. Este acto ha llevado a los Mossos d’Esquadra a desplegar una intensa búsqueda en la ciudad, revisando vehículos y estableciendo controles en puntos críticos, incluidas las rutas entre Barcelona y L’Hospitalet de Llobregat. El incidente ha escalado hasta enfrentamientos entre la policía y manifestantes.
En el ámbito político, las opiniones están divididas. Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, ha criticado duramente la reaparición de Puigdemont, tachándola de meramente teatral y exigiendo el respeto al Estado de Derecho. Por otro lado, Salvador Illa, en su discurso de investidura, ha llamado a la aplicación de la ley de amnistía y ha reiterado su intención de trabajar por restablecer los derechos políticos de todos.
Mientras tanto, la especulación sobre el paradero de Puigdemont continúa creciendo. Los controles de tránsito se han intensificado y las reacciones en redes sociales no se han hecho esperar, incluyendo comparaciones con escenas dignas de una serie de suspenso. La situación en la Ciutatella y los enfrentamientos con los Mossos han subrayado el ambiente de crispación en la ciudad.
Todo esto ocurre en un contexto de profunda división política y social en Cataluña y España. La reaparición de Puigdemont, más que un simple regreso, es un reflejo de las tensiones latentes y las aspiraciones de un segmento importante de la sociedad catalana. La respuesta de las autoridades y la evolución de estos eventos serán cruciales para entender hacia dónde se dirige el futuro político de Cataluña.
