Imágenes inquietantes han puesto en el centro de la atención pública una explotadora granja avícola en Coimbra, Portugal, que abastece a Mercadona en España. La ONG ARDE ha destapado una grave situación de maltrato sistemático hacia los pollos, evidenciada por un video grabado en noviembre de 2024, donde se observa a los trabajadores golpeando brutalmente a las aves, causando la muerte o lesiones severas a numerosas ellas.
El material visual muestra el manejo irresponsable de los animales durante el proceso de carga en camiones, revelando escenas perturbadoras de aves atrapadas y aplastadas por maquinaria pesada. La ONG ha calificado este escándalo como “La masacre de Coimbra”, denunciando la brutalidad con la que se trata a los animales en esta granja que, a pesar de estar certificada bajo el estándar de bienestar animal Welfair, presenta deficiencias alarmantes en el trato que reciben los pollos.
Testimonios de un ex trabajador de la granja revelan un panorama sombrío de sufrimiento extremo. La descripción de pollos con traumas severos, lesiones grotescas y signos visibles de agonía es desgarradora. Uno de los ejemplos más impactantes es el de un ave que, a pesar de estar herida, intentaba emitir un sonido, pero solo lograba un leve gemido debido a su estado crítico.
La granja pertenece a Lusiaves, uno de los productores avícolas más grandes de Portugal, responsable de suministrar carne a Mercadona, incluyendo productos populares como los cuartos traseros de pollo. Este caso reabre el debate sobre la eficacia de la certificación Welfair, que ha sido objeto de críticas anteriores, incluyendo un incidente en 2023 relacionado con una granja porcina en Burgos.
En respuesta a la gravedad de la situación, la ONG Frente Animal ha tomado cartas en el asunto, presentando denuncias ante distintas autoridades, incluida la Fiscalía de Coimbra, lo que podría llevar a cargos penales por maltrato animal según el Código Penal portugués. Julia Elizalde, portavoz de ARDE, ha denunciado la falta de controles en la industria cárnica y ha instado a Mercadona y otras cadenas de supermercados a cesar el uso de imágenes engañosas en sus productos cárnicos.
Elizalde también ha hecho un llamado a la transformación del sistema alimentario, reclamando una mayor oferta de productos vegetales que beneficien no solo a los animales, sino también a la salud pública y al medioambiente. En reacción a estos acontecimientos, activistas han programado protestas en ocho ciudades españolas, entre ellas Bilbao, Madrid y Barcelona, para protestar contra el maltrato animal y abogar por una alimentación más ética.
A medida que la controversia se desarrolla, países como los Países Bajos y Alemania están liderando el camino en la reducción de los precios de las proteínas vegetales y la promoción de alternativas a la carne, en un esfuerzo por transformar la industria alimentaria y disminuir la dependencia de productos de origen animal.
