Dinamarca ha dado un paso significativo en la discusión sobre la regulación de la comunicación en línea al proponer un cambio a un controvertido plan de control de chats impulsado por la Unión Europea. En lugar de implementar un sistema de monitoreo obligatorio de chats privados, la nueva propuesta sugiere que la búsqueda de contenido siga siendo voluntaria para los proveedores de servicios. Esta modificación surge tras la creciente crítica y la pérdida de respaldo, incluso del propio gobierno danés, hacia la iniciativa original.
Patrick Breyer, ex eurodiputado y defensor de la libertad digital, ha elogiado esta nueva dirección, afirmando que representa un avance en la protección del derecho a la privacidad en la correspondencia digital. Sin embargo, advierte que persisten tres problemáticas fundamentales que aún requieren atención.
La primera de estas preocupaciones es la vigilancia masiva. Aunque el monitoreo sea opcional para proveedores como Meta o Google, continúan existiendo riesgos de recopilación indiscriminada de datos. Según informes, una gran cantidad de los chats y contenidos filtrados por estos sistemas no tienen relevancia criminal, poniendo en peligro la confidencialidad de las comunicaciones personales. Expertos han señalado que esta práctica tal vez viole derechos básicos, y hay acciones legales ya en curso en algunas jurisdicciones.
El segundo tema crítico es el llamado «arresto domiciliario digital». Una sección de la propuesta podría restringir el acceso de jóvenes menores de 16 años a varias aplicaciones populares de comunicación y redes sociales, con el propósito de protegerles de posibles abusos. Sin embargo, se argumenta que estas restricciones no solo serían fáciles de eludir, sino que también podrían aislar a los adolescentes en lugar de empoderarlos.
Junto a esto, se plantea la preocupación sobre la prohibición de los canales de comunicación anónimos. La propuesta estipularía que los usuarios no pueden crear cuentas sin identificarse, lo que podría inhibir comunicaciones delicadas sobre temas sensibles y.atentar contra la libertad de expresión.
Aunque esta nueva propuesta danesa puede ser considerada una mejora en términos de seguridad en línea, muchos observadores creen que aún está muy lejos de ser adecuada, especialmente dadas las posiciones extremas de algunos gobiernos de la UE. Se espera que se continúe trabajando en un enfoque que proteja a los ciudadanos y garantice un marco legal viable y respetuoso con los derechos fundamentales.

 
 

