Intenso Debate en el Parlamento Regional sobre la Autovía del Júcar en Castilla-La Mancha
Este jueves, el Parlamento regional de Castilla-La Mancha fue el escenario de un acalorado debate centrado en la crítica situación de las infraestructuras de autovías, con especial énfasis en el retraso de la autovía del Júcar, que conectará Albacete y Cuenca. La discusión se polarizó entre las críticas del Partido Popular (PP) y Vox, quienes acusaron al Gobierno regional de una gestión ineficaz y prolongada, y la defensa del PSOE, que recordó que la paralización de esta obra vital se inició bajo el mandato de la ex presidenta, María Dolores de Cospedal, en 2012.
El debate se abrió con las palabras del diputado de Vox, Francisco José Cobo. Este manifestó su preocupación por la escasez de nuevas infraestructuras desde 2010 y por las bajas cifras de ejecución del III Plan de Carreteras, que apenas ha progresado un 21 por ciento en sus inversiones. Cobo calificó la situación como una "gran cortina de humo" y acusó a los gobiernos en ejercicio de deficiencia en la gestión.
El diputado del PP, Santiago Serrano, se unió a las críticas, instando al Ejecutivo regional a dar prioridad a la construcción de la autovía Albacete-Cuenca. Serrano enfatizó que se trata de una promesa recurrente del PSOE que no ha reportado avances significativos desde que Emiliano García-Page asumió la presidencia. Señaló también que la falta de presupuestos adecuados es un impedimento para materializar el proyecto, sugiriendo que se podría llevar a cabo en dos fases para facilitar su desarrollo.
Desde el lado del PSOE, la diputada Marisa Sánchez defendió su posición al indicar que muchos de los proyectos de autovías son de ámbito estatal, y rechazó la responsabilidad del Gobierno por la situación actual, achacando la culpa a decisiones pasadas del PP que causaron la paralización de la autovía. Asimismo, el consejero de Fomento, Nacho Hernando, desestimó las críticas provinentes de la oposición, señalando que el contexto financiero ha cambiado y que la reducción en los fondos europeos ha limitado la capacidad de inversión.
El debate culminó con la aprobación de una propuesta del PSOE, que recibió la abstención del PP y Vox, instando al Gobierno central a avanzar en el desarrollo de diversas autovías, incluida la Cuenca-Teruel. Contrariamente, se rechazaron las propuestas de Vox y del PP que solicitaban mayores inversiones y la inclusión de la autovía del Júcar en el presupuesto regional. Hernando extendió la mano al PP para colaborar en la elaboración del IV Plan de Carreteras, aunque las tensiones políticas entre los partidos evidencian la lucha por el control y la gestión de las infraestructuras en la región.
Esta situación resalta no solo el desafío de modernizar las infraestructuras en Castilla-La Mancha, sino también la complejidad política que rodea estas decisiones, donde cada partido busca posicionar su narrativa en medio de un panorama de promesas incumplidas y oposiciones acérrimas.
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