A pocos kilómetros de Braga, cerca de la frontera con Galicia, se encuentra Póvoa de Lanhoso, un tesoro oculto del norte de Portugal que ahora abre sus puertas a los viajeros españoles. Con un nuevo programa de promoción turística, este encantador rincón invita a explorar su historia, naturaleza, gastronomía y tradición para vivir una experiencia auténtica.
La estrategia de promoción se centra en cinco áreas clave: patrimonio histórico, naturaleza, artesanía, gastronomía y sostenibilidad. Esta localidad busca destacar sus atractivos turísticos y fomentar el crecimiento del sector.
Póvoa de Lanhoso se presenta como un destino para descubrir, con el imponente Castillo de Lanhoso dominando el paisaje desde lo alto del Monte do Pilar. Este castillo medieval, uno de los más grandes de Portugal, fue el refugio de Doña Teresa, madre del primer rey de Portugal, Alfonso Enríquez. Las vistas desde la fortaleza son impresionantes, y el sitio tiene un profundo pasado histórico, siendo la cuna de la Revolución de la Maria da Fonte en el siglo XIX.
Para los amantes de la naturaleza, hay una red de senderos que atraviesan montes, aldeas y valles, adecuados tanto para caminatas familiares como para rutas más desafiantes. Ríos como el Cávado y el Ave cruzan el territorio, creando cascadas y antiguos molinos, además de la playa fluvial de Verim y el Parque de Pontido, ideales para los días soleados.
El patrimonio natural incluye el Carvalho de Calvos, un roble de más de 500 años, considerado el más antiguo de la Península Ibérica, que se puede visitar en un espacio interpretativo.
En cuanto a la artesanía, Póvoa de Lanhoso es famosa por la Filigrana de Portugal, un arte de orfebrería en oro y plata. El Museu do Ouro en Travassos permite conocer este arte centenario, que sigue vivo gracias a talleres tradicionales.
La gastronomía del lugar es otro de sus atractivos. Restaurantes como O Victor, Panorâmico y O Galetino ofrecen experiencias culinarias únicas. En sus menús destacan platos como el cabrito asado al horno, el bacalao con broa y el arroz de sarrabulho, junto a postres caseros que mantienen viva la tradición.
Los ingredientes locales, como carnes DOP, hortalizas de temporada y el pan de maíz cocido en horno de leña, fusionan tradición y modernidad.
Con fácil acceso desde Galicia, León o Salamanca, Póvoa de Lanhoso es ideal para una escapada cultural y natural. La localidad ofrece una amplia gama de alojamientos rurales, un compromiso con el desarrollo sostenible y un ambiente tranquilo. Además, su proximidad a lugares como Gerês, Guimarães o Braga la convierte en un enclave estratégico para explorar lo mejor del norte de Portugal.