El Cádiz Club de Fútbol experimentó un amargo regreso de su enfrentamiento contra la Real Sociedad B, logrando rescatar un empate 3-3, a pesar de un rendimiento que dejó mucho que desear. Este encuentro, considerado el más flojo de la temporada en la Segunda División, puso de relieve las debilidades defensivas del equipo, especialmente en el juego aéreo. Pelayo Fernández, quien debutó en este partido, se convirtió rápidamente en blanco de las críticas por parte de la afición, que cuestionó su capacidad para asumir el reto de vestir la elástica amarilla.
La actuación de Fernández se vio marcada por varios errores no forzados y una ubicación deficiente en el campo, lo que contribuyó a los goles encajados por su equipo. El entrenador Garitano había decidido utilizar una línea defensiva de tres, con Pelayo como líbero, pero esta estrategia resultó ineficaz y vulneró las posibilidades del equipo. Ante el descontento de los hinchas, surgieron voces que clamaban por la inclusión de Aridane Hernández, un defensor que aún no ha encontrado equipo tras su salida del Rayo Vallecano.
Aridane, con 36 años y una dilatada trayectoria en el fútbol profesional, está actualmente entrenando con el Almería, aunque su futuro aún permanece incierto. A pesar de que se mantiene disponible, su incorporación al club andaluz no se ha concretado, lo que deja en perspectiva su participación en el próximo encuentro contra el Racing.
La jornada fue particularmente complicada para Garitano, quien se vio limitado por la baja de Kovacevic, convocado por su selección. Este contratiempo le forzó a implementar una formación poco familiar, que terminó por no funcionar. La falta de cohesión entre Fernández, Iker Recio y Alfredo Caicedo fue evidente, y la ausencia de tiempo para trabajar en esta nueva disposición táctica se hizo notar.
A medida que el Cádiz se prepara para enfrentar al Eibar en el Nuevo Mirandilla, la vuelta de Kovacevic podría traer consigo cambios significativos en la defensa. El equipo, que ha cosechado 8 puntos en este inicio de temporada gracias a dos victorias y dos empates, tendrá la oportunidad de consolidar su racha invicta y calmar el descontento de su afición. Sin embargo, la presión está en el aire y las expectativas de los aficionados respecto a la capacidad del equipo y sus refuerzos son cada vez más altas.