Los colores en el diseño de interiores están experimentando una transformación significativa, orientándose hacia paletas más naturales y emocionales. Esta evolución resalta cómo los colores no solo afectan la estética, sino también el bienestar de quienes habitan los espacios. Actualmente, la tendencia es crear ambientes personalizados que priorizan la armonía y el confort visual, especialmente en entornos urbanos donde los espacios son más reducidos y dependen de luz artificial.
La preferencia por tonos como el beige cálido, topo claro y grises verdosos está en aumento, especialmente durante reformas de viviendas de segunda mano. Estas paletas integran la funcionalidad y el estilo contemporáneo, con matices suaves que añaden profundidad sin saturar los ambientes. El uso de acabados mates domina en dormitorios y salones, mientras que los satinados se eligen para áreas de mayor tránsito.
Colores inspirados en la naturaleza, como tonos tierra y arcillas, brindan calma y flexibilidad decorativa. Estudios demuestran que los colores influyen en el estado de ánimo, con verdes que evocan serenidad y azules que fomentan la concentración en diferentes espacios del hogar. Los tonos terracota y coral también favorecen la interacción en áreas sociales.
Las combinaciones cromáticas actuales son arriesgadas pero controladas, recomendándose mezclas de verdes con rosados empolvados o grises con mostazas suaves. La iluminación y el mobiliario son factores clave en la percepción de estos colores, por lo que se sugiere realizar pruebas antes de decisiones finales.
El auge del teletrabajo ha cambiado la función del color en las viviendas, permitiendo la creación de espacios multifuncionales sin barreras físicas. Los tonos clásicos como el azul marino y el verde botella regresan, aportando elegancia a los hogares modernos.
La sostenibilidad juega un papel vital en esta evolución, con un aumento en la adopción de pinturas ecológicas que benefician tanto al medio ambiente como a la salud de los residentes. La personalización consciente del color se ha convertido en una herramienta esencial para transformar los espacios y la experiencia de vida en ellos.