En una noche desbordante de estrellas, «El hormiguero», el carismático programa de Antena 3 dirigido por Pablo Motos, fusionó el brillo del cine con el encanto de la televisión al recibir a Anthony Macky y Danny Ramírez. Los actores, conocidos por sus roles dentro del vasto universo Marvel, visitaron el plató para hablar sobre su último proyecto, «Capitán América: Brave New World», pero lo que comenzó como una promoción típica de Hollywood se convirtió en un evento histórico para el programa.
El encuentro se caracterizó por su ambiente relajado, lleno de humor y camaradería, especialmente cuando Danny Ramírez compartió su sorpresa y confusión al escuchar la traducción simultánea de Mackie. Esto provocó una respuesta jocosa por parte de Mackie, quien se imaginó cómo sería escucharse a sí mismo en español. Estos intercambios llevaron a Pablo Motos a tomar una decisión sin precedentes: presentar a las traductoras que habían trabajado diligentemente detrás de bambalinas, dándole voz a los actores para la audiencia hispanohablante.
De esta manera, Motos guió a sus distinguidos invitados tras el escenario, develando una zona del set raramente vista por el público. Allí, encontraron a Patricia y Amaia, las profesionales encargadas de la interpretación simultánea, lo que permitió visibilizar a quienes desempeñan roles fundamentales para el éxito del programa, aunque generalmente permanecen en el anonimato. El reconociendo de la labor de estas traductoras marcó un momento de gratitud y aprecio por su destreza y contribución esencial.
Este gesto de reconocimiento no solo fue recibido con humor y gratitud por Mackie y Ramírez, sino que también sentó un precedente en los 20 años de historia de «El hormiguero». Nunca antes se había roto la cuarta pared de esta manera, rindiendo homenaje al trabajo detrás de cámaras que facilita la magia de la televisión.
Tras regresar al plató principal, la energía y el ambiente siguieron siendo vibrantes, pero el acto de valorización hacia las traductoras marcó un antes y un después en el programa. Pablo Motos enfatizó la importancia de dar a conocer estas voces fundamentales, brindándoles el aplauso y el reconocimiento que merecen.
Este episodio singular no solo será recordado como una anécdota emocionante por espectadores y participantes por igual, sino también como una muestra del deseo persistente de innovar y humanizar en la televisión. Al reconocer la importancia de cada individuo en la creación de la magia televisiva y del entretenimiento, «El hormiguero» reafirmó su lugar como un programa pionero y sensible a las dinámicas del trabajo en equipo y la apreciación de todas las contribuciones, visibles e invisibles.