El ambiente se carga de electricidad cada vez que Marta Peñate y Oriana Marzoli comparten el mismo espacio. Esta dinámica se ha vuelto un sello dentro de «Supervivientes All Stars 2», donde ambas figuras se enfrentan con una intensidad que transforma el plató en un escenario de alta tensión. Durante la última emisión del programa, el conflicto alcanzó un nivel sin precedentes, obligando a la presentadora, Sandra Barneda, a intervenir en un vano intento por calmar los ánimos.
Lo que detonó la última discusión fue una declaración de Oriana, en la cual expresaba su deseo de que Tony Spina, estrecho compañero de Marta en la isla, fuera el próximo en abandonar el concurso. La reacción de Marta ante estos comentarios fue de profunda afectación; las lágrimas no tardaron en hacer acto de presencia, evidenciando el impacto emocional de las palabras de Oriana. La tensión aumentó cuando Oriana, lejos de mostrar empatía, optó por mofarse de la vulnerabilidad de Marta, lo que desencadenó en la decisión de ésta última de solicitar permiso para retirarse temporalmente del plató.
La relación entre Marta y Oriana es compleja y está cargada de antecedentes. Más allá de sus opiniones divergentes sobre los participantes del reality, parece existir un nutrido historial de desencuentros que hacen que cada interacción entre ellas sea potencialmente explosiva. Este último episodio no es más que la última manifestación de una rivalidad que se ha venido cocinando a fuego lento.
Este enfrentamiento no solo marcó el primer choque directo entre ambas en la actual edición del programa, sino que también dejó al descubierto la profunda división entre las colaboradoras, quienes parecen respaldar a concursantes opuestos. La controversia reciente en torno al apoyo de Oriana hacia Miri Pérez-Cabrero ilustra la constante tensión que parece regir las interacciones entre ellas.
El público, por su parte, se encuentra expectante ante el desarrollo de esta trama, demostrando un creciente interés en cómo esta saga se despliega semana tras semana. Cada episodio promete no solo más sorpresas sino también un aumento de los conflictos, reafirmando que, en el reino televisivo del reality, las pasiones y emociones están siempre al borde de la erupción.