Con la llegada del otoño, los cuidados que se requieren para mantener sanos y productivos nuestros árboles frutales adquieren una importancia renovada. En esta estación, la poda se convierte en una práctica esencial para asegurar la salud y la productividad de los frutales de cara a la próxima primavera.
El manzano ocupa un lugar destacado en esta lista de cuidados. En el otoño, es fundamental eliminar las ramas que están muertas o enfermas y aquellas que crecen hacia el interior del árbol. Esto no solo mejora la circulación del aire, reduciendo el riesgo de enfermedades, sino que también permite que los nutrientes se dirijan a las ramas más productivas, fomentando un crecimiento vigoroso.
El ciruelo es otro árbol que se beneficia notablemente de una poda cuidadosa en otoño. Para asegurar una buena producción en la siguiente temporada, es crucial quitar los brotes laterales y las ramas que se enmarañan. Dado que el ciruelo tiende a desarrollar un follaje denso, es importante proveerle de una estructura abierta que garantice una mejor penetración de la luz solar y ventilación, reduciendo así las probabilidades de enfermedades fungosas.
Los perales también se encuentran en esta lista de beneficiados por una poda otoñal. La principal acción a realizar es la eliminación de ramas verticales que compiten con la rama central, favoreciendo así una mayor exposición al sol y una distribución uniforme del fruto. Asimismo, al cortar las ramas que ya han fructificado, se permite que nuevas ramas productivas ocupen su lugar la próxima temporada.
Por último, el duraznero requiere de una atención especial en otoño. Los expertos recomiendan eliminar aquellas ramas que han crecido hacia abajo y las que se cruzan entre sí. Este procedimiento ayuda a concentrar el crecimiento del árbol en las ramas más fuertes, capaces de soportar el peso de los frutos futuros y garantizar una cosecha abundante y de alta calidad.
La importancia de una adecuada poda otoñal no solo radica en mantener la salud de estos árboles frutales, sino también en preparar el terreno para una producción exitosa en la próxima primavera. Invertir tiempo y esfuerzo en el cuidado de los árboles en esta temporada es, sin duda, una apuesta segura para disfrutar de frutos abundantes y saludables en el futuro cercano.