En un impresionante despliegue de esfuerzos combinados, la Guardia Civil y los Mossos d’Esquadra han puesto fin a las actividades de una red de estafadores altamente sofisticada. Esta organización criminal, responsable de defraudar casi un millón de euros, afectó a más de 700 personas al usurpar sus identidades para solicitar créditos online fraudulentamente. Tras una exhaustiva operación, 39 sospechosos han sido arrestados, enfrentando acusaciones por su participación en esta estructura dedicada al robo y falsificación de documentos de identidad.
La investigación reveló que la actividad delictiva había echado raíces en Tarragona, generando una largo listado de víctimas que se encontraban desconcertadas al verse implicadas en fraudes sin su consentimiento. Las autoridades alertan sobre la posibilidad de que el número de afectados continúe creciendo a medida que se desarrollen nuevas líneas de investigación.
Los delincuentes iniciaban su esquema delictivo mediante la sustracción o captura fotográfica del DNI de las víctimas, para luego solicitar créditos en su nombre. Con el dinero obtenido, adquirían principalmente teléfonos móviles de alta gama y otros artículos de lujo, causando perjuicios económicos significativos tanto a las personas afectadas como a las entidades financieras.
Este caso comenzó a cobrar relevancia en 2023, cuando un aumento en el robo de documentos de identidad en la Costa Daurada llevó a las autoridades a intensificar sus esfuerzos de vigilancia y colaboración. Este trabajo conjunto permitió eventualmente desentrañar la compleja trama delictiva, que también abarcaba la falsificación de nóminas y documentos bancarios para fortalecer sus estafas, contando incluso con la colaboración ocasional de empleados del sector de telefonía móvil.
Aunque las primeras detenciones efectuadas a finales de 2023 introdujeron presión sobre la organización, esta respondió reestructurándose y expandiendo sus operaciones a Valencia y Zaragoza, buscando eludir la creciente presión de las autoridades en Cataluña.
La operación concluyó con la detención de las figuras clave restantes y la ejecución de múltiples registros domiciliarios. El resultado fue la resolución de 121 delitos, marcando un hito en la lucha contra el fraude y la delincuencia organizada en España. Estas acciones no solo desarticularon una red criminal de gran envergadura sino que también contribuyeron a devolver la tranquilidad a cientos de víctimas inocentes, mostrando el firme compromiso de las fuerzas de seguridad en la protección de los derechos de la ciudadanía.
