En 2025, los cines de España se preparan para el esperado reestreno de «Oldboy», una película que se convirtió en un fenómeno mundial tras su lanzamiento en Corea del Sur en 2003 y su llegada a las pantallas españolas en 2005. Veinte años después de su estreno, A Contracorriente Films trae de vuelta este clásico del cine contemporáneo, dándole a una nueva generación la oportunidad de experimentar su poderosa narrativa y estilo visual único en la gran pantalla.
«Oldboy», dirigida por Park Chan-wook, es mucho más que su superficie como película de venganza sugiere. Se sumerge en las profundidades de la psique humana, tejiendo una historia que explora temas como el trauma, la culpa, y los oscuros recovecos de la venganza y la redención. Adaptada del manga japonés de Garon Tsuchiya y Nobuaki Minegishi, esta obra trasciende su origen para ofrecer una experiencia que permanece en la memoria del espectador, desafiando las expectativas y superando los límites del género.
La trama sigue a Oh Dae-su, quien, tras ser secuestrado y encerrado en una habitación de hotel durante quince años sin explicación alguna, es liberado repentinamente, empujándolo a una búsqueda obsesiva de respuestas. Este viaje lo lleva a descubrir una compleja red de secretos y conspiraciones, con la ayuda de Mido, una joven chef de sushi que se convierte en su aliada más cercana.
Lo que realmente distingue a «Oldboy» es su complejidad narrativa y el manejo magistral de la estética visual por parte de Park Chan-wook. La película utiliza una paleta de colores rica y una iluminación dramática que intensifica su atmósfera opresiva, acompañada de movimientos de cámara que capturan la brutalidad y la intensidad emotiva de sus personajes. Una de sus secuencias más recordadas, la pelea en el pasillo filmada en un plano secuencia, se ha convertido en un punto de referencia dentro del cine de acción.
Además de su violencia visual y estilizada, «Oldboy» aborda temas profundos como la naturaleza del tiempo, la memoria, la identidad, y el impacto devastador de los secretos y las obsesiones. Su guion ingeniosamente construido culmina en un clímax impactante y devastador, dejando a los espectadores reflexionando sobre las consecuencias de nuestras acciones y la importancia del perdón.
Con su reestreno, «Oldboy» no solo celebra un aniversario significativo, sino que también reafirma su posición como uno de los pilares del cine coreano en el escenario internacional. La película demostró que dicha industria puede competir con Hollywood en creatividad y calidad, preparando el terreno para futuros éxitos internacionales.
Para aquellos interesados en una experiencia cinematográfica que desafía, perturba y deja una impresión duradera, el reestreno de «Oldboy» representa una oportunidad imperdible. Esta obra maestra continúa influenciando a cineastas y deleitando a audiencias en todo el mundo, manteniéndose como un testimonio del poder del cine para explorar las profundidades de la condición humana.