El otoño trae consigo una nueva oportunidad para los amantes de la jardinería, diseñando espacios exteriores que resalten con un vibrante colorido a pesar de la caída de las temperaturas. Este periodo no es solo una etapa de cambio, sino un momento perfecto para llenar los jardines de vida con una selección de flores que brillan incluso cuando el invierno se asoma.

Entre las opciones destacadas se encuentra el crisantemo, una flor reconocida por su amplia variedad de colores y formas. Esta resistente planta se convierte en un elemento esencial en cualquier jardín otoñal, ofreciendo un espectáculo visual que puede extenderse incluso hasta los meses más fríos. Ya sea en macetas decorativas o plantada en el suelo, su presencia siempre aporta un toque de elegancia y frescura.

Las asters, con su vibrante gama de tonos morados y rosas, son otra elección que no puede pasarse por alto. No solo añaden belleza, sino que también se convierten en el refugio de mariposas y abejas, creando un ecosistema dinámico que anima el jardín durante toda la temporada.

Otra opción fascinante es la gaillardia, conocida como “copa de fuego”, que deslumbra con sus tonalidades rojas y amarillas. Esta flor es perfecta para quienes desean una alternativa estéticamente atractiva que no requiera mucho mantenimiento, resistiendo incluso las heladas con gracia.

El senecio, con sus brillantes flores amarillas, ilumina cualquier espacio y es ideal para aquellos que anhelan un jardín más colorido y alegre. Por su parte, las dalias, aunque requieren un poco más de atención, ofrecen un espectáculo visual incomparable gracias a sus grandes y vibrantes flores, con numerosas variedades que garantizan un toque distintivo en cada rincón.

Para quienes buscan añadir un elemento exótico, el cleome, conocido como “spider flower”, es una excelente elección. Esta planta alta y llamativa añade verticalidad y un aire novedoso al diseño del jardín, convirtiéndose en un punto focal interesante.

Finalmente, las violas y pansies completan esta oferta otoñal con su estallido de colores, perfectas para bordes y jardineras, contrastando hermosamente con los días grises y nublados que caracterizan la temporada.

Con estas alternativas, el otoño se transforma en un lienzo para la creatividad, donde los jardines se llenan de vida y color. Cada rincón se convierte en un refugio de belleza y tranquilidad, invitando a los jardineros a experimentar y disfrutar de un espacio acogedor y visualmente cautivador durante toda la temporada. Este es el momento ideal para revitalizar esos exteriores y hacer que cada día sea una celebración de la naturaleza.