El misterioso fallecimiento de Jesús Merino ha dejado más preguntas que respuestas, sumergiendo a su familia en una profunda crisis. Pese a que la hipótesis de un suicidio ha sido la versión oficial, los cercanos a Jesús refutan esta conclusión con vehemencia. Begoña, su hermana, no concibe que Jesús, reconocido por su tenacidad, haya optado por terminar con su vida. «Él no era un hombre que se acababa», afirma con firmeza. Por otro lado, Damián, aparentemente abrumado por la culpa, guarda un silencio que solo incrementa las dudas respecto al verdadero motivo tras la tragedia.
La familia Merino enfrenta, además, desafíos financieros significativos. La fábrica de la familia está al borde de la bancarrota, una situación que varios parientes describen como catastrófica. La admisión de Luis sobre el inminente colapso económico y su deseo de cerrar el negocio acentúan aún más la tensión. El futuro parece incierto para este negocio familiar que alguna vez fue próspero.
El drama familiar se intensifica cuando Don Pedro, un personaje con una perspectiva fría y calculadora, decide intervenir. Su interés por resolver las incógnitas alrededor de la muerte de Jesús le lleva a investigar y posiblemente a tomar medidas extremas para silenciar a quienes amenazan con revelar lo que realmente sucedió.
En medio de este caos, emerge la inocencia de la joven Julia, cuyas preguntas sobre la desaparición de Jesús ponen en un dilema a Damián. Se debate entre proteger a la niña de una dura realidad o revelarle una verdad que incluso él mismo no logra comprender completamente. Esta situación deja entrever el profundo impacto emocional que la muerte de Jesús ha tenido en cada miembro de la familia.
El enigma que rodea el fallecimiento de Jesús Merino y los subsiguientes eventos han provocado una atmósfera de sospecha y desconfianza entre su familia y allegados. La combinación de dolor, secretos no revelados y la amenaza de ruina económica sugiere que el camino hacia la verdad y la recuperación será largo y complejo para los Merino. La tragedia, lejos de unir a la familia, parece haber excavado un abismo de incertidumbre y miedo ante lo que el futuro pueda deparar.