La controversia aún envuelve la reciente final de Supervivientes All Stars, donde Marta Peñate fue coronada ganadora. A más de una semana del evento, un comentario realizado por Peñate ha encendido el debate entre la audiencia, quienes exigen transparencia en los resultados de la votación.
Peñate, a través de su perfil en la red social X (anteriormente Twitter), insinuó tener información privilegiada sobre los porcentajes de votación, sugiriendo que había ganado por un margen significativo. La vencedora del reality comentó que solo un "20% de la audiencia" no la había apoyado, lo que causó especulaciones e indignación entre el público y los seguidores del programa.
La productora del show, Cuarzo TV, ha tratado de distanciarse de estas afirmaciones, sin embargo, la falta de comunicación oficial respecto a los detalles de la votación ha alimentado teorías de un posible arreglo o “tongo” en favor de Peñate. Las críticas no solo han sido dirigidas a la ganadora, sino también a la productora, cuestionando su credibilidad en la gestión de los resultados.
Los fanáticos del programa han utilizado las redes sociales para expresar su descontento, exigiendo claridad y acusando a la productora de ocultar información. En respuesta a las críticas, Peñate afirmó haber obtenido los datos reales sobre los porcentajes de votación a través de la App Mitele, propiedad de Mediaset España. Esta declaración solo ha añadido más combustible al fuego, impulsando a los espectadores a cuestionar aún más la transparencia del proceso de votación.
A pesar de las crecientes demandas por respuestas, Peñate se ha mostrado reticente a hablar más sobre el tema, limitándose a agradecer el apoyo recibido. Sin embargo, la insistencia de la audiencia en buscar la verdad sugiere que la polémica en torno a la final de Supervivientes All Stars está lejos de resolverse, manteniendo viva la sospecha de manipulación en los resultados de la votación.
La situación actual plantea serias preguntas sobre la integridad de los reality shows y la responsabilidad de las productoras en garantizar una competencia justa y transparente. La controversia en torno a los resultados de Supervivientes All Stars se convierte así en un llamado de atención sobre la importancia de la confianza entre los programas de televisión y su audiencia.
