En una audaz maniobra televisiva, el reconocido programa «First Dates» ha experimentado una transformación veraniega que lo ha llevado de su tradicional emplazamiento en el canal Cuatro a brillar bajo los focos de Telecinco con una nueva propuesta: «First Dates Summer Resort». Este cambio viene a satisfacer la necesidad del canal de atraer audiencias en un horario que hasta ahora había presentado ciertas dificultades para captar la atención del público.
Recientemente, la segunda edición de esta versión estival introdujo a los espectadores a Luis, un sevillano de 36 años con una vena artística y una personalidad que irradia carisma. Su entrada no pasó desapercibida, especialmente tras compartir una anécdota algo embarazosa pero divertida: la última vez que estuvo con una mujer acabó en urgencias debido a una incómoda reacción alérgica. A su lado, Julio, un dominicano que trabaja como recepcionista y maquillador, ofreció un contraste notable con su actitud más reservada y su inicial desconcierto ante el torbellino de energía que es Luis.
El encuentro entre ambos prometía ser por lo menos interesante, aunque desde el comienzo fue evidente que, a pesar del ambiente propicio para la exploración personal segura, la chispa esperada entre ellos no llegaba a prender. En medio del desarrollo de la velada, donde se tocaron temas profundos como la identidad, ambos parecían navegar por aguas emocionales sin realmente llegar a encontrarse.
La situación dio un giro cuando Luis pareció perder todo interés en la conversación, distraído por la presencia de Matías, el carismático barman del programa. La atención desviada de Luis llevó a Julio a señalarle, con cierto reproche, la falta de compromiso en su interacción. Esta falta de conexión quedó aún más patente cuando, a la hora de decidir si seguir viéndose fuera del programa, Luis no tuvo reparos en expresar su desinterés, cerrando cualquier puerta a una posible amistad o relación con Julio.
Este episodio marca el inicio de «First Dates» en Telecinco, aportando una mezcla de entretenimiento, espontaneidad y, como no, momentos de desconcierto, los cuales, si bien no siempre desembocan en el romance esperado, sin duda contribuyen a los objetivos del programa de entretener y refrescar las noches de verano. Así, «First Dates Summer Resort» continúa la búsqueda del amor en el ámbito televisivo, dejando tras de sí un rastro de momentos memorables llenos de risas y situaciones inesperadas.