La encantadora villa medieval de Santillana del Mar, enclavada en Cantabria, se ha convertido en el epicentro de una emocionante etapa del programa MasterChef de RTVE. Durante dos días intensos, el pueblo se ha transformado en un escenario gastronómico que destaca tanto por su historia como por su cultura, marcando el inicio de una nueva temporada que promete traer consigo una serie de innovaciones y retos para los aspirantes.
En esta primera prueba de exteriores, los 16 concursantes han tenido la oportunidad de demostrar su destreza culinaria en un entorno de belleza singular. Bajo la supervisión del reconocido jurado formado por Jordi Cruz, Samantha Vallejo-Nágera y Pepe Rodríguez, los participantes han enfrentado el desafío de elaborar platos emblemáticos con ingredientes típicos de Cantabria, subrayando así la importancia del uso de productos locales y la riqueza de la gastronomía regional.
La Plaza Mayor, la imponente Colegiata de Santa Juliana y el Museo Jesús Otero han sido testigos no solo del talento de los concursantes, sino también de la participación activa de la comunidad local, ya que 120 vecinos han tomado parte como comensales en esta experiencia única. Este evento no solo ha puesto de relieve el atractivo turístico de Santillana del Mar, sino que también ha resaltado su valor cultural y gastronómico.
A pesar de las adversas condiciones climáticas, el fervor y dedicación del equipo de producción se mantuvo inquebrantable, capturando cada instante del evento. Este episodio inaugural cuenta con el respaldo del Gobierno de Cantabria, que ha visto en él una valiosa oportunidad para fomentar el turismo y dar a conocer la región. Santillana del Mar ha sido seleccionada frente a otros destinos igualmente bellos, como San Vicente de la Barquera o Comillas, destacando por su patrimonio y su consideración como uno de los pueblos más encantadores de España.
A medida que se acerca abril, mes previsto para el estreno de esta nueva temporada de MasterChef, el entusiasmo entre los habitantes y los seguidores del programa crece con expectativa. Se espera que esta prueba inicial revele las delicias ocultas de la gastronomía cántabra, al tiempo que muestre la belleza de sus paisajes a una audiencia nacional. Con una fusión de talento, tradiciones y patrimonio, esta temporada tiene el potencial de ser una ventana a los tesoros culinarios y culturales de Cantabria, invitando al público a descubrirlos desde la comodidad de su hogar.