En un movimiento que promete revolucionar el panorama televisivo del corazón, María Patiño y su equipo están listos para dar vida a su nueva apuesta en la TDT, «Ni que fuéramos». El programa, que verá la luz por primera vez este lunes 3 de junio a las 15:45 horas, espera seguir el éxito de programas antecesores como «Sálvame», ofreciendo al público una mezcla de contenido novedoso y vibrante.
La gran sorpresa para el episodio de estreno es la participación de Marta Riesco, una figura pública muy conocida no sólo por su labor periodística sino también por su relación sentimental con Antonio David Flores y por su notoria aversión hacia «Sálvame». Esta particular elección de invitada ha generado enormes expectativas, alimentando el interés por el nuevo formato debido al historial conflictivo entre Riesco y el programa.
Los organizadores del programa han jugado sus cartas de manera estratégica, considerando a Marta Riesco como su «AS en la manga» para captar la atención del público. La expectativa no se limita a los asiduos televidentes, sino que también ha llamado la atención en las redes sociales y entre otros profesionales de la industria televisiva.
Por su parte, Riesco ha expresado a través de sus redes sociales su emoción y agradecimiento por la oportunidad, señalando que su participación marca un importante paso en su carrera. Ha prometido una entrevista sin filtros, donde afirma no haber dejado ningún tema sin abordar, describiéndola como tres horas de catarsis y terapia.
Ante la inminente revelación de sus declaraciones, Riesco ha instado al público y a sus colegas a mantener la objetividad y esperar a ver la entrevista antes de emitir cualquier juicio. Este planteamiento sugiere que lo que compartirá podría influir significativamente en la percepción pública, afectando no sólo su propia imagen sino también suscitar diversas reacciones entre conocidos personajes del espectáculo.
«Ni que fuéramos» se perfila como una propuesta televisiva que no sólo busca ganarse un lugar privilegiado entre los programas de entretenimiento, sino que además promete ser el origen de intensos debates y análisis. Este enfoque apunta a transformar las habituales noches televisivas en un espectáculo cautivador, manteniendo a los espectadores en vilo y expectantes ante lo que pueda suceder.